Fernando de Rosa “ Digitalización de la izquierda valenciana”

Fernando de Rosa “ Digitalización de la izquierda valenciana”

Cuando los grupos de izquierda llegaron al poder, tanto en la Comunitat Valenciana, como en la ciudad de Valencia, decían que venían a cambiar, a mejorar la vida de los ciudadanos. Ese ha sido y es el discurso de estos partidos, pero los hechos lo desmienten.

Ya en su día sostuve que lo único que realmente preocupaba al Partido Socialista, Compromís y Unidas-Podemos, son las condiciones la vida de sus integrantes y la de su círculo cercano de amigos y enchufados.

Desde que gobiernan, tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento de Valencia, se han dedicado descaradamente, a colocar, a dedo, – por vía «digital»- a todas estas personas, así como conceder ayudas y subvenciones a las entidades o asociaciones que les interesan. Esta semana han aflorado diferentes noticias que evidencian que la izquierda valenciana se mueve por ese interés al que me he referido.

En el ámbito autonómico se ha destapado la noticia sobre la resolución del programa «Reconstruïm pobles» de la Conselleria de Vivienda dirigida por el vicepresidente segundo, Rubén Martínez Dalmau.

Se trata de un plan de ayudas dirigido a rehabilitar edificios y actuaciones urbanas en municipios de la Comunitat Valenciana.

Estas ayudas han generado polémica ya que 24 de los 70 beneficiarios fueron seleccionados a dedo y sin tener en cuenta el resultado de la baremación que la Conselleria elaboró para el procedimiento. Estos municipios no alcanzan la puntuación mínima y sin embargo, han sido beneficiados.

Martínez Dalmau se niega hacer público los resultados de baremación de los  que concurrieron en la solicitud de ayuda. ¿Esta es la transparencia en la gestión del dinero público que tanto predica la izquierda? Es el momento que el presidente Ximo Puig exija a su Vicepresidente que lo aclare. Aunque no nos llamemos a engaño, si el Presidente no fue transparente con la adjudicación de los contratos a la empresa de su hermano, tampoco le exigirá a su socio de Gobierno.

Y en este análisis no puede faltar el otro soporte del Gobierno del Botànic: la Videpresidenta Oltra. Tengamos presente su nefasta gestión de la situación generada por la Covid-19 en las residencias. Su falta de transparencia ya han llevado su actuación ante los tribunales.

En el ámbito municipal, nos encontramos con una situación parecida.

En su día el Grezzi y Ribó se vieron obligados a destituir al gerente de la EMT por todas las irregularidades y el robo de los 4 millones de euros. Situación por la que todavía no han dado las necesarias explicaciones a la ciudadanía.

Hicieron un cortafuegos para que estos escándalos no salpicaran al concejal y al alcalde. Pero suma y sigue: ahora que quieren designar a una nueva gerente huyen de hacerlo a través de un concurso público con las debidas garantías de transparencia y publicidad. Por otro lado, las investigaciones realizadas por Antifraude sobre las adjudicaciones de subvenciones a entidades catalanistas, no han frenado a Ribó para volver a llevar a sus presupuestos la adjudicación a dedo de nuevas cantidades de dinero a quienes no respetan la cultura y la lengua valenciana.

Son dos claros ejemplos de la falta de sensibilidad social y del enchufismo que caracteriza a la izquierda valenciana.

Para la designación «digital» de amigos, o para insultar la cultura valenciana, sí que hay dinero. Sin embargo para atender a las graves necesidades de muchos ciudadanos, no lo hay.

Con ocasión de la tramitación de los presupuestos municipales para 2021 hemos podido conocer que el Gobierno municipal deja sin ayudas sociales al. Asilo de la Hermanitas de Ancianos Desamparados, o recorta ayudas a Casa de Caridad de Valencia.

Son muchas más las entidades y asociaciones que sufren estos recortes sociales en el presupuesto. El Gobierno municipal intenta explicar con distintos argumentos esa decisión. Sin embargo, no tienen justificación alguna.

Estamos atravesando momentos especialmente difíciles y estas entidades y asociaciones juegan un papel clave en la prestación de asistencia a las personas que lo necesitan. Minestras, el ayuntamiento les da la espalda.

Esta es la triste realidad de la actuación de la inzquierda cuando gobierna: enchufismo, oscurantismo, insulto a las señas de identidad valenciana y recortes sociales. Es hora de resintonizar y poner fin a estas actuaciones «digitales», proceder al «apagón» electoral de la izquierda que trae pobreza y desempleo y dejar paso a los que trabajan de verdad al servicio de los ciudadanos.

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