Fernando de Rosa “ Insensibilidad de nuestros gobernantes”

Fernando de Rosa “ Insensibilidad de nuestros gobernantes”

Como siempre, nuestras Administraciones y gobernantes llegan tarde y las cosas se les escapan de control.

El Gobierno de Sánchez se fue de vacaciones en verano y no ha vuelto a tomar las riendas de la gestión de la pandemia. Ha dejado en manos de las Comunidades Autónomas la lucha contra la Covid-19, y la valenciana, ha sido incapaz e ineficaz para gestionar la situación y sobre todo, es momento de que nos den explicaciones por su falta de transparencia. Es curioso que hasta hace muy pocos días el Govern nos decía que éramos una de las Comunidades Autónomas con mejores datos en relación con la Covid-19.

Sin embargo, los brotes del coronavirus se han extendido alarmantemente por la Comunidad Valenciana y cuando ya es tarde, en el momento en que la situación está ya fuera de control, el Govern considera que es momento de decretar un mal llamado «toque de queda».

En todos estos meses hemos asisitido a la ceremonia de la confusión normativa y de actuación. Unos por otros, y la casa de la lucha contra la pandemia, sin barrer. El Gobierno central no ha aprovechado la tregua que nos dio la pandemia para actuar eficazmente para dotarnos de los instrumentos legales adecuados para estar en condiciones de hacer frente a la segunda oleada. Y a esa inactividad normativa y de actuación, hay que sumar el «dolce far niente» en el que se ha instalado Ximo Puig y su Gobierno del Botànic durante todos estos meses. Ahora deciden actuar: tarde y mal, como ya aconteció en marzo.

A todo ello hay que sumar que el presidente del Gobierno no ha liberado los ahorros de los municipios por la poca previsión y la falta de impulso de  medidas económicas y financieras para ayudar a los ayuntamientos.

Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, no ha sabido tampoco reaccionar ante esta situación, y su falta de sensibilidad, le llevan a destinar los gastos para la realización de otros pagos, relegando a un segundo plano, las ayudas a quienes realmente lo necesitan. Esta semana la Junta de Gobierno ha aprobado destinar los 32 millones de los ahorros de 2019 a otros fines, cuando esos ahorros se podrían destinar a ayudar a las personas más necesitadas, como son nuestros comerciantes, autónomos y hosteleros, o en su caso, destinarlos a ayudas para las familias.

Es escandaloso que el alcalde Joan Ribó solamente invierta el 6,8% del gasto municipal en servicios sociales. El consistorio de Compromís y el PSPV tienen todavía por gastar 142 millones de euros del presupuesto del Ayuntamiento para este año, y mientras tanto, muchas familias siguen sin percibir ayudas. Mientras, nos encontramos cada vez más, un aumento en las colas en diferentes puntos de la ciudad de Valencia donde se encuentran los bancos de alimentos repartiendo comida. Un gran aumento de personas que, cada vez más, tienen que recurrir a este tipos de ONGs ya que las ayudas del consistorio no llegan.

Las inversiones sociales que hace el gobierno municipal son casi nulas, por no decir que inexistentes, tan solo han ejecutado un 26% del presupuesto anual, y de ahí, tenemos que descontar las ya que todos conocemos, las subvenciones a las entidades pancatalanistas a las que siempre están dispuestos a ayudar.

Para atacar nuestras señas de identidad, así como para colocar a sus amigos, siempre hay dinero, para ayudas sociales, no.

En relación con esta cuestión que he plateado, hay que señalar que está pendiente la designación del nuevo gerente de la empresa municipal de transportes. El Partido Popular ha presentado una moción para exigir un concurso público y abierto que garantice que a dicho cargo opten candidatos preparados. Se trata de acabar con el descontrol y la pésima gestión del Gobierno de Compromís y el PSPV, caracterizado por colocar a sus amigos.

Hay muchas personas que lo están pasando mal, y vienen momentos muy difíciles para todos. Ya está bien de tanta insensibilidad del gobierno municipal y autonómico. Esta pandemia, por desgracia, ha puesto de manifiesto que la izquierda valenciana está inmunizada frente al dolor y las necesidades de la sociedad.

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