Enrique Árias Vega: “Progresista y democrático”

Enrique Árias Vega: “Progresista y democrático”

El otro día, el ministro Óscar Puente tuvo una ocurrencia que más que ocurrencia es una indignidad. Para justificar el apoyo de su partido, el PSOE, a los proetarras de Bildu para la alcaldía de Pamplona dijo que se trataba de un partido “progresista y  democrático”.

No sé de dónde sacó semejantes adjetivos, pues difícilmente es progresista un partido que sigue mimando a los presos de ETA y menos aún es democrático un partido que llegó a donde ha llegado gracias a los tiros de sus correligionarios, a la diáspora de más de cien mil vascos y al amedrentamiento global que consiguen sus consignas,

No sé, digo, de dónde saca el cuajo para esas calificaciones, pero sí sé que se trata de una campaña de blanqueamiento de los antiguos terroristas para convertirlo en un partido normal con el que puedan cooperar y asociarse los socialistas. Y el tema es tanto más sangrante cuanto el PSOE tilda de demócratas a los miembros de Bildu mientras llama antidemocráticos al Partido Popular y a Vox, que no han roto un plato en su vida.

¿Cómo es posible, pues, semejante ignominia? Se debe, como coinciden los principales analistas, a la necesidad de los votos de Bildu que tiene Pedro Sánchez para aguantar toda la legislatura, por lo que aún veremos y oiremos cosas que atentarán contra el sentido común. Pero  hay más, ya que dichas expresiones  van en la línea de establecer un muro, una barrera, que sitúe de un lado los buenos, es decir, los amigos de Sánchez, y a otro a los malos y peligrosos que son atidemocráticos sólo porque lo diga el Partido Socialista.

Estamos, pues, ante dos bloques contrapuestos. Y, para sonrojo de la verdad histórica, en el de la bondad se sitúa ahora el ex terrorismo, aunque no se haya arrepentido de nada de lo que ha hecho ni haya colaborado con la Justicia.

A contracorriente
Enrique Arias Vega