Lo que se oye en el bus

Cuando vaya en el metro o en el autobús tenga cuidado con lo que dice porque puede haber un ministro escuchándole. Al menos, eso es de lo que presume la Ministra de Justicia, Pilar Llop.

Uno sabía que los ministros de este Gobierno son pintorescos, pero no tanto como para subirse habitualmente en el transporte público. En cualquier caso, nadie ha dicho que se encuentra con miembros del Gabinete en sus viajes en metro o en autobús. Claro que los ministros de este Gobierno, en general, y la ministra Pilar Llop, en particular, son tan desconocidos que uno puede ir codo con codo con ellos y no darse cuenta.

¿Y de qué oyen hablar los dignatarios públicos cuando se mezclan con la gente del común? Pues ni de fútbol, ni de la carestía de la vida, la familia o el coronavirus, sino, pásmense, de la no renovación del Consejo del Poder Judicial.

Esa afirmación, en sí misma, es la prueba de que su autor no se monta jamás en un medio público de transporte, pues quienes sí vamos en ellos no hemos oído jamás hablar de semejante tema.

Para empezar, nuestros paisanos no son tan sofisticados o tan cursis, según se mire, para hablar de unos asuntos de los que no tienen ni idea ni les quitan el sueño. Y, en segundo lugar, cada vez se habla menos en los transportes colectivos, agarrado como está cada uno a su i-pad u otro artilugio electrónico que le aísla de sus compañeros de trayecto.

La frase, pues, es producto de imaginación de la política de marras, en el afán de los dirigentes del PSOE de atacar la postura del PP sobre la renovación de los jueces, aunque faltando más al sentido común que a la verdad. O sea que si en un asunto tan concreto intentan colárnosla qué podemos pensar cuando nos hablen de las cosas cotidianas de nuestra economía que va en barrena.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega