Pedro Sánchez, el eterno

Enrique Arias Vega: Pedro Sánchez, el eterno

Muchos no creímos ni durante un segundo que Pedro Sánchez fuese a dimitir en los cinco días en que mantuvo en vilo al país. Eso, porque nuestro hombre tiene vocación de perpetuidad. Lo acaba de reafirmar ahora, reconociendo su intención de agotar la legislatura y volviéndose a postular como candidato en las siguientes elecciones. Por eso mismo, siempre ha considerado la Agencia 2030 no como un logro colectivo a seis años vista, sino como un horizonte personal de su acción política.

Claro que su decisión no depende exclusivamente de él, sino de lo que decidan los españoles. Pero para eso no necesita siquiera ganar las elecciones, cosa que no ha hecho, sino concitar en torno a su figura a todos los nacionalistas periféricos, es decir, a todos los que quieren lo mejor para sus respectivas patrias chicas y lo peor, en consecuencia, para la nación española. Y Pedro Sánchez es la persona que garantiza esa pretensión.

Aun así, el Presidente del Gobierno debe mantener la tensión para que no se le desmanden los apoyos externos que le han llevado al poder y que le mantienen en él. De ahí, los equilibrios que realiza por mantener contentos a sus socios de Gobierno, desde indultos a amnistía, pasando por la desaparición del delito de sedición o la modificación del de malversación de fondos.

Eso lo ha conseguido con el retorcimiento de las leyes y lo sigue haciendo con lo que llama lucha contra la judicialización de la política. Los otros instrumentos que le garantizarían la permanencia en el poder ya los ha hecho públicos y son el acoso a la oposición, a la que acusa de enfangar la vida pública, y a los medios de comunicación que, según él, difunden bulos y mentiras en vez de verdades contrastadas.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega