Luisa C. Perosán: La Constitución para jóvenes según el PSOE

– Luisa C. Perosán: La Constitución para jóvenes según el PSOE

El PSOE nos ha obsequiado con un nuevo panfleto vergonzoso pagado con nuestros impuestos. Es un vídeo dirigido a la juventud, es decir, “su” juventud, con motivo del día de la Constitución el próximo 6 de diciembre.

El comienzo es bochornoso: la primera afirmación es “que te quede claro que nadie puede decirte quién ser o a quién amar”.

Otra alusión a derechos que “te dan”, aunque ya los tenías. Es fascinante. Como si en España fueran ahorcando gais (como hacen en los países de sus socios). Y continúa: “quién ser”, ésta de las que más me sorprenden. Analicemos esta afirmación de perroflautés clásico. ¿Se puede ser otro?, ¿cómo? Es pura metafísica. Siempre he pensado que esta corriente de ideas bobaliconas y fantásticas tiene mucho de religión.

Lo siguiente en el videopanfleto es la aparición de una chica de raza asiática. “Tú no eres menos española que nadie”.

Pues, según la ley, es española porque tiene la nacionalidad; que el idioma y costumbres los tenga asumidos ya es harina de otro costal; no obstante, lo llamativo es que para ilustrar esta afirmación tiren mano de una chica asiática. ¿Por qué no una magrebí con su pañuelo o un mena con chándal?, ¿o un senegalés? Ah, sí, es que saben muy bien el efecto que producen estas imágenes. Saben muy bien que esa alfombra cuanto menos se sacuda, mejor.

La siguiente frase es “nadie tiene derecho a explotarte”. Bueno, el Estado sí, pero ésa es otra cuestión.

Es una frase con doble intención, es como si el hecho de trabajar por un sueldo se convirtiera automáticamente en “explotación”. Es una manipulación bastante torticera, pero, dado el escaso sentido crítico de sus jóvenes votantes, cuela sin problemas. Si se demoniza el trabajo, ¿cómo esperan que la juventud prospere? ¡Ah, que ni lo esperan ni lo desean! Quieren gente entretenida en chorradas, “luchando contra el fascismo” a golpe de tecla y con un móvil. Gente que no aspire a nada.

Gente desencantada porque le han asegurado que sus circunstancias no tienen remedio, que lo mejor es dejarse llevar, que la alternativa a su vida es un infierno lleno de fascistas que les obligarán a trabajar por una miseria. Así que ellos ofrecen esa “miseria” pero sin tener que trabajar, eso de trabajar es mejor que les ocurra a otras personas.

La cosa sigue: “ni a decirte en qué dios creer” ilustrada con la imagen de (no se sabe si chico o chica) pintarrajeado (tatuado) como la puerta de un baño público.

Otra vez se han decidido por no mojarse. No han puesto una monja (son alérgicos a la religión cristiana) ni una chica con pañuelo, ni un monje budista, ni una sacerdotisa vudú, no, han puesto una imagen que no representa nada, porque para ellos la religión es nada.

Después, y aquí sí, la chica que aparece es española o lo parece. La locución nos regala un “recuerda que tu intimidad es sólo tuya”, y esto tiene tela.

Tras décadas de hipersexualización de los jóvenes, niños y adolescentes, después de haber normalizado todo tipo de comportamientos aberrantes, después de una ley como la del “sí es sí” que pone violadores y pederastas en la calle, después de meter hordas de extranjeros para los que una mujer es como una cabra o una oveja, después de esto te dicen que “tu intimidad es solo tuya”, dándote a entender que estás segura, cuando es todo lo contrario, y además llama la atención que aparezca una chica y no un chico. ¿El chico no es dueño de su intimidad? Asumen que sí.

Es gracioso, pero para la previsible concesión a los separatistas, “que nadie te diga cuándo y dónde hablar en tu lengua”

Otra vez aparece una chica española: ¿no habíamos quedado en que la chica asiática era tan española como cualquiera? Y, además, justamente quienes prohíben lenguas son los separatistas que imponen su lengua por encima de la lengua común. Otra vez el mundo al revés.

Sigue: “Que nadie te mande callar”.

Ahí exceptuamos las manifestaciones en la calle Ferraz, la censura en los medios, y, en general, opinar de forma diferente. Es decir, “que nadie te mande callar, menos nosotros, y los que piensan como nosotros”.

Acabando, como no, aparece el coco: “Que nadie te diga que el cambio climático no es importante”. Claro, es necesario convencerte de que la miseria que se te viene encima es por un bien mayor, así lo llevarás con resignación.

Podríamos seguir con el resto de las frases, pero la mejor es “en este país nada ni nadie puede impedirte que vivas libre”.

Por favor, a ver si definen “libertad”, no lo acabo de tener claro. Si su concepto de libertad es esto, habrá que revisar el diccionario.

Finalmente te aseguran que puedes elegir. Ésa es la peor mentira de todas. No puedes elegir porque otros eligen por ti. La Constitución que exaltan en el vídeo es la que te asegura que no puedas elegir otra cosa que lo que se te da a elegir.