Los lobos van de traje en sus despachos de Madrid

El pasado 18 de Octubre, en Cuenca, durante la reunión anual del titular de Interior Fernando Grande-Marlaska con los directores de todas las Prisiones españolas, el ministro hizo, por enésima vez desde que es miembro del Gobierno, la promesa de que esta vez sí, los Funcionarios de Prisiones tendríamos finalmente la condición de Agentes de la Autoridad. Una condición que siempre vincula a la aprobación de una Ley de Cuerpos de la que los sindicatos empiezan a renegar, que la plantilla no apoya, y que llega, de momento, con casi 9 meses de retraso (y los que quedan) respecto a la fecha comprometida. La cuestión es si los trabajadores de Instituciones Penitenciarias tenemos motivos para creerle, y esta vez, parece que el lobo se comerá a las ovejas sin que nadie haga nada.

Instituciones Penitencias abre expediente a tres funcionarios que repelían una agresión en Villena y deja en libertad al reo que delinque sexualmente

A principios de septiembre, con motivo de la extraña filtración a la prensa del vídeo de una intervención en la que unos funcionarios del centro penitenciario de Villena reducían a un interno respondiendo a una agresión inusitada del mismo. Un interno peligroso con numerosos antecedentes de agresiones a funcionarios e internos, condenado por agresión sexual y clasificado en primer grado. Información ésta que no llegó a la prensa con la misma celeridad con la que se le calificaba de “pobre enfermo mental”. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (SGIP) decidió finalmente abrir expediente disciplinario a los tres trabajadores. En lugar de denunciar la agresión del interno por atentado a agentes de la autoridad. Claro, no son agentes de la autoridad.

Las consecuencias de ese mundo al revés que la SGIP, dependiente del Ministerio del Interior del señor Marlaska, ha decidido fabricar llevándose por delante la imagen, trabajo y buen hacer de un colectivo que se encuentra en un proceso de reivindicaciones laborales, se ha cobrado una nueva víctima colateral. El interno en cuestión, al no ser denunciado por su agresión por la SGIP, pudo salir en libertad el 17 de octubre, la víspera de la intervención citada del señor Marlaska, e intentó tres días después en la localidad de Tarancón agredir sexualmente a una joven de 22 años que finalmente pudo escapar y pedir ayuda. Se veía venir: si no haces nada los lobos arrasan con las pobres ovejas.

El mismo individuo apuñaló ayer en el cuello al funcionario penitenciario Jefe de Servicios

Además este peligroso individuo, tras ser detenido por la agresión de índole sexual, fue ingresado en el centro penitenciario de Cuenca, un centro que no está equipado con la necesaria infraestructura en materia de seguridad para albergar a esta tipología de interno agresivo. Inadaptado a régimen de vida normal y que salió de Estremera hace 10 días calificado en primer grado. Consecuencia: no tomar la decisión de trasladarlo a una prisión mejor preparada (decisión que corresponde a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias) ha estado apunto de costarle la vida al Jefe de Servicios que en el día de ayer fue apuñalado en el cuello por este interno con un fragmento de cristal.

Las decisiones de los señores Ángel Luis Ortiz y Fernando Grande-Marlaska, tienen consecuencias. El empeño absurdo e ilógico en destruir la imagen del colectivo de funcionarios de prisiones y en concreto de esta Asociación, a toda costa. Con increíbles acusaciones absurdas incluidas que los agentes de la Guardia Civil no han podido corroborar. Todo ello para desacreditar sus reivindicaciones laborales de justicia salarial, medios materiales y personales, y un Estatuto Propio en que se refleje la especificidad de nuestro trabajo ha tenido un precio demasiado alto ya (y podría haber sido mucho peor).

No todo vale, señores

Una joven ha sufrido una experiencia que la marcará para siempre. Tres trabajadores han sido puestos por alguien en una diana mediática. Ellos y sus familias están padeciendo un sufrimiento injusto por hacer su trabajo e intentar proteger su propia integridad física en su puesto de trabajo.

Los lobos hacen oreja, captan el mensaje que les envía la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias persiguiendo a sus trabajadores, y campan a sus anchas en las prisiones, fuera de ellas y, en ocasiones, vestidos con traje en oscuros despachos de una céntrica calle de Madrid.

Asociación Tu Abandono Me Puede Matar.
Picassent, a 28 de Octubre de 2021