– Defender a España en América es mal negocio, muy mal negocio. Defenderla en España tristemente también.
Amigos, queridos amigos, por supuesto que nunca, en mi larga militancia de más de dos décadas en el hispanismo, en la defensa de lo que somos, de la verdad de España en América y el mundo, en defensa de la Hispanidad, jamás la he realizado con miras económicas, de lucro o de ganancia o de rédito alguno; tampoco llegamos ayer a batallar en esta guerra por la verdad, llevamos en la trinchera toda una vida sabiendo todo el tiempo, el sacrificio, la lucha y la persecución que significaría para mí y los míos: UNA MUERTE CIVIL PARA TODOS LOS EFECTOS PRÁCTICOS. Al hacerlo me empeñé en mi obra en todos los frentes, del institucional al metapolítico, pasando por el mero activismo ciudadano, debido al firme compromiso que he mantenido con mis principios.
Después de una década sostenida de persecución desde instituciones del Estado ecuatoriano, así como desde organizaciones paraestatales y subversivas, después de un intento de linchamiento y amenazas de muerte -una tras otra-, el año pasado, después de que las amenazas empezaran a dirigirse también en contra de mi esposa embarazada, abandonamos Ecuador para venir a buscar protección en España, como muchos de ustedes conocen (a quien interese detalles puedo remitirle el texto de la solicitud de asilo y/o protección internacional al Ministerio de Interior de España). El camino del exilio ha sido muy largo y duro en estos nueve meses desde que salimos de nuestro país, Ecuador, que cada día se hunde más en la violencia y que actualmente se encuentra oficialmente en un «conflicto armado interno».
Al momento Ecuador se encuentra entre los 10 países más peligrosos y con más asesinatos por cada [teléfono redactado] habitantes del mundo y acercándose a los 5 primeros puestos de forma acelerada. Considerando que contratar un sicario cuesta desde los 50 dólares, la vida se ha convertido en un verdadero bien en juego. Por cierto, amigos de mi entorno social han sido asesinados, algunos por equivocación al parecer. Sufrí algunas agresiones físicas a lo largo de todos esos años, pero la peor fue en octubre de 2019 por parte de un grupo de pandilleros que intentó matarme en medio de la rebelión civil y subversiva de octubre de aquel año. Ante la indolencia de las autoridades no hubo mucho que hacer al respecto porque finalmente todos los que participaron en los desmanes de entonces fueron amnistiados por la Asamblea Nacional del Ecuador (el congreso de los diputados).
La violencia social y política ha venido incrementándose desde entonces en Ecuador a niveles insólitos y jamás antes vistos en nuestro país, notorios y conocidos internacionalmente, promovida por un narcoestado y una política voraz y completamente depredadora que señala enemigos y amenazas a su poder en todas partes, persiguiendo por sus opiniones políticas e históricas y por pertenencia a determinados grupos sociales a muchos individuos, entre los que nos encontramos nosotros de manera señalada, pública y notoria. Utilizando muchas veces a estos grupos marginales y fuera de la ley y a organizaciones delincuenciales o directamente a bandas criminales para cumplirlas. La violencia no se ha detenido por los cambios de gobierno en Ecuador, todo lo contrario, se ha incrementado, a pesar de que las elecciones que fueron adelantadas dos años por la grave crisis institucional, política, de terrorismo, económica y de todo tipo que vive el país.
El respeto a la legalidad de España ha marcado y marca nuestro proceso de asilo, ingresamos legalmente a su territorio, solicitamos dentro de los márgenes, plazos y por los medios legales el asilo y/o protección internacional al Estado español, con toda la documentación del caso, atendiendo a todas las normas e indicaciones que la Policía Nacional nos ha dado.
Nuestro caso ha sido presentado entre enero y marzo pasados y todavía tenemos una larga espera hasta su resolución en el sentido que sea, mientras tanto nos encontramos en una situación precaria y vulnerable en España. Después de un desgastante proceso burocrático, en el mes de julio próximo tendré permiso para trabajar en España, casi un año después de haber llegado al exilio. Mi mujer obtendrá su permiso de trabajo en septiembre.
En nuestra situación de solicitantes de asilo, con mi esposa y nuestra hija, una bebé de pocos meses y a punto de quedarnos sin tener donde vivir, puesto que en junio tenemos que salir de donde nos encontramos ahora, debo recurrir a su ayuda, amigos, a la ayuda de todos y cada uno de ustedes en España e Hispanoamérica que han sido testigos de esta ardua, amarga e ingrata lucha por tantos años.
Nuestros ahorros ya se agotaron hace bastante y estamos peleando por sobrevivir en una España en la que sus instituciones solamente brindan ayuda humanitaria, económica y de todo tipo a los miles de indocumentados que en edad militar provienen de África y que llegan a sus costas en pateras o cayucos sin familias o hijos a los que socorrer, violando todas las normativas y leyes españolas posibles, lo que sin embargo parece significar algún tipo de ventaja en el marco institucional español. Podemos -y algún momento lo haremos- atestiguar todo lo que hemos presenciado en este duro proceso de búsqueda de asilo como ejemplo brutal de una política planificada en ese sentido, que perjudica en todos los casos a los solicitantes reales de protección internacional en España.
Al contar con permiso de trabajo en julio próximo podré acceder al mercado laboral español lo que de ninguna manera garantiza ni asegura la obtención de alguna plaza laboral enseguida, mucho menos de inmediato. He ido adelantando mi búsqueda estos últimos meses, tras dos ofrecimientos fracasados de proyectos de trabajo de organizaciones privadas españolas, sin mayor suerte y con todas las dificultades de no poder trabajar legalmente en España todavía, lo que aminora las posibilidades de obtener un trabajo lo antes posible, como de hecho ya me ha sucedido en una ocasión. Debemos mudarnos en menos de un mes y sin opciones reales de poder mantenernos en el corto plazo, nos encontramos en una situación realmente desesperada. Alquilar un piso en España es otro desafío que debemos sortear, puesto que necesitamos comprobar desde nóminas a garantías de pagos, que actualmente no lo tenemos. El camino de los exiliados siempre es duro, más con una familia entera en esta pendiente del sacrificio.
La razón por la que hemos tomado la decisión de compartir con ustedes nuestra situación de manera pública, se debe a que no hemos podido conseguir ingresos permanentes, a que nuestros ahorros se han agotado y al menosprecio y falta de ayuda de las instituciones y organismos españoles, así como a la indiferencia y hasta rechazo de muchos que creíamos eran nuestros amigos y que compartían una causa que al parecer no es más que una afición en sus vidas, CUANDO OTROS HEMOS TENIDO QUE JUGARNOS LA PROPIA POR SOSTENERLA EN UN CAMPO LLENO DE ENEMIGOS MORTALES.
Como saben, tenemos una bebé de casi cuatro meses, que necesita pañales y ropa y por supuesto, un techo, entre muchas otras necesidades. Lo gastos apremian y debemos encontrar una salida urgente en España. NO ES NADA FÁCIL EXPONERSE DE ESTA MANERA, SABIENDO LA GRAN CANTIDAD DE ADVERSARIOS PLAGADOS DE MISERIAS HUMANAS DE TODO TIPO CON LOS QUE CUENTO EN TODAS PARTES -EN AMÉRICA Y ESPAÑA- Y DESDE TODOS LOS FRENTES, pero nos vemos en la necesidad de hacerlo por no poder encontrar una solución a los graves peligros a los que nos enfrentamos.
Amigos, necesitamos trabajar, de prácticamente cualquier cosa. Lamentablemente mi única cualidad es saber pensar, una no muy requerida en el mercado laboral actual en el mundo. Si ustedes pueden ayudarnos a conseguir un trabajo para cuando nuestros permisos de trabajo sean efectivos, les agradecemos mucho desde ya. Mientras tanto nuestras necesidades urgentes no esperan y hemos empezado esta campaña de recaudación de fondos para solventar nuestras vidas hasta que podamos integrarnos en el mercado laboral español.
¡Necesitamos su ayuda!
Francisco y familia, en algún lugar de la vieja España
También pueden realizar su ayuda mediante BIZUM en España: 697481560
