Crecer en lo esencial

El Principito se repetía a sí mismo para guardarlo en la memoria «lo esencial es invisible a los ojos». Hoy, cuando el mantra del crecimiento económico ilimitado se hace poco a poco añicos y el medioambiente y la ciencia nos dicen que el ecosistema no da para sostener nuestro consumo exacerbado, nosotras tenemos una propuesta valiente. Crecer en lo esencial y decrecer en lo que no es tan importante. Es importante tener unos cuidados dignos para nuestros mayores, crezcamos ahí. No es tan importante tener nuestro armario lleno de prendas baratas que vienen de la explotación infantil en Asia, decrezcamos ahí.

Y es que el hecho de consumir como sociedad ultra capitalista excede los principios básicos de eficiencia económica. Más cuando siguen habiendo tantas necesidades de buena parte de la población por cubrir. Por otro lado, las necesidades de consumo hoy día existentes a menudo no se corresponden con necesidades reales. Pero son tan fuertes que pueden llegar a crear problemas sociales (mala distribución de la riqueza). Incluso problemas mentales (adicción a las compras).

«Se trata de poner nuestras necesidade en el centro de la actividad económica»

No se trata de transformar nuestra sociedad en una sociedad estoica o en convertirnos en eremitas que sobreviven en una cueva aislada. Se trata más bien de todo lo contrario, de poner las necesidades en el centro de la actividad económica. Así cuidarnos y cuidar el medioambiente a la vez. Se trata de vivir bien, de vivir sanos, sin las ataduras del consumismo voraz e individualista y poner en valor lo comunitario. Se trata de sustituir el consumo excesivo por la cultura de la reutilización, por creatividad en las soluciones. También por interdependencia y ayuda de unas con otras en vez de hiperdependencia de la fábrica mundial establecida en China.

El mundo, queramos o no, nos está empujando hacia un modelo distinto al actual: falta de microconductores que paralizan la producción de coches en la Ford, un barco varado en el canal de Suez paraliza nuestro puerto, una pandemia nos encierra y nos damos cuenta de que no producimos lo esencial para sostener la vida, los problemas mentales se multiplican y el sistema no tiene respuestas que lo corrijan, o cada temporal arrasa con inundaciones o el calor con incendios… Sí somos capaces de ver los síntomas el sentido común nos debe llevar a tomar soluciones. Crecer en lo esencial, decrecer en lo que no lo es tanto.

Mar Traver.
Secretaria de Comunicación de Podem Valencia