La Merced, patrona de las Prisiones. Saraos para los altos cargos y olvido permanente de los trabajadores penitenciarios

Esta semana se celebra la Merced, patrona de las prisiones españolas. Pero hace tiempo que un sentimiento cierto de abandono hace que los trabajadores de prisiones veamos dicha festividad con distancia cuando no como algo totalmente ajeno a nosotros.

En todas las prisiones de España se organizan actividades y saraos para los internos. Además de pomposos actos donde directivos de prisiones y representantes de la institución se auto homenajean unos a otros entre canapés y caldos de varias denominaciones de origen.

El «JuanPalomo: yo me lo guiso, yo me lo como» de las autoridades penitenciarias

«Este año la Medalla de Oro al mérito penitenciario me toca a mí, al año que viene para ti» puede uno imaginar la conversación. Se dan casos tan paradigmáticos como el de subdirectores de la edición anterior (preservaremos su identidad) premiados con tan alta insignia por su «especial dedicación durante los duros meses de la pandemia» (permítanme aquí la risa sardónica) que apenas hicieron acto de presencia en sus centros penitenciarios. Mientras, en tales actos, se aprovecha para entregar como una rutina más, la placa de los 25 años de servicio a los compañeros que cumplen este hito en su vida laboral. Cada vez más parece un recochineo, un recordatorio de los 25 años que llevan realizando su trabajo con unos medios que en muchos casos tienen más antigüedad que ellos. Cada vez son menos los compañeros que la recogen en esta fecha de infausto significado para nosotros.

A «los de abajo» (término que se acuñó para los funcionarios de vigilancia en alguna oficina con barnizadas mesas de maderas nobles y banderas en un rincón), a esos que no faltaron a su trabajo durante aquellas aciagas jornadas pandémicas, con suerte les envían un puñado de pastelitos en una caja abierta y empezada (en el mejor de los casos) o en una servilleta, enviadas con un interno.

Siguen las agresiones a funcionarios y nada de lo prometido hace cuatro años

Durante esta última semana, en varias prisiones españolas se han sucedido agresiones a funcionarios. Plantes graves de internos peligrosos e incluso masturbaciones de ellos ante funcionarias. Cada vez más parecen una ciudad sin ley donde los internos violentos campan a sus anchas sin apenas castigo administrativo. Bajo la mirada displicente del Ministro Grande -Marlaska y el secretario general de Instituciones Penitenciarias Ángel Luis Ortiz.

Este señor, Ortiz, que según el portal de transparencia cobra más de 130.000€ anuales, se ve totalmente impotente, como su ministro, para cumplir los compromisos de mejora salarial que adquirieron nada más llegar al puesto, hace más de 4 años. Desde entonces la NADA más absoluta. Ni siquiera tiene capacidad negociadora repite una y otra vez, remitiendo siempre al Ministerio de Hacienda y Función Pública. Ignorando que los acuerdos con policía y Guardia Civil si pudieron negociarlos desde el Ministerio de Interior.

Equiparación salarial

Esa justicia salarial que reclamamos no es otra que la equiparación con los compañeros de Cataluña. Con actuales diferencias salariales en algunos puestos superiores a 700€ y que van a ver incrementado próximamente aún más su complemento específico.

Ya casi 20 años sin subida de sueldo más allá de las migajas con las que cerraron la boca a los sindicatos institucionales. Treinta años sin actualizar nuestro sueldo base en condiciones o con unos trienios miserables.

Las diferencias de trato acrecentan las desigualdades

Cuando piensas en los que dirigen la institución, esos que llaman «verdadera funcionaria» a una subdirectora de seguridad que interpuso una denuncia falsa criminalizando a unos trabajadores. Una vez descubierto el amargo pastel, le abren un expediente que archivan en un parpadeo mientras que los trabajadores estuvieron meses suspendidos de empleo y sueldo. Ese director por cuya denuncia tres funcionarios de Valdemoro acabaron en prisión durante meses. Para terminar reconociendo que se había «equivocado de funcionarios». Con el consiguiente archivo de la causa pero sin el cese de semejante personaje por parte de Interior. Cuando observas todo eso no puedes evitar sentir que estás solo en la galería del módulo y a oscuras.

En un día como hoy, la señalada Merced, los funcionarios de prisiones nos sentimos como una persona perdida que solo quiere encontrar lo que busca sin recibir el amparo que necesita. Lo único que recibimos tanto de quienes debían velar por nuestras condiciones laborales como de los delincuentes violentos es el desprecio, amedrentamiento, ignorancia y abandono.

Tu Abandono Me Puede Matar
Sindicato de Funcionarios de prisiones
Picassent, 24 de Septiembre de 2022