Vicente Gonzalez-Lizondo: «Ribó y la lavandera».

Vicente Gonzalez-Lizondo: «Ribó y la lavandera».

Les contaré una historia de esas que te ponen los pelos de punta y te dan ganas de…bueno prefiero que sean ustedes los que adjetiven esto último.

La historia va de una mujer valenciana de mediana edad que como muchas tiene que lidiar todos los días con las necesidades de sus hijos, las de la casa y también con el trabajo. Una de esas personas que lo dan todo y que solo piden que no le pongan más piedras en las ruedas de la vida.

  • Esta dona valenciana tiene un trabajo para el que no vale todo el mundo, ella es lavandera en la ciudad de valéncia.

Lavandería de la calle Martín el Humano del distrito de Extramurs
Lavandería de la calle Martín el Humano del distrito de Extramurs

A nuestra amiga le ha tocado además vivir con una enfermedad, de la que no quiere que les hable, ya que nunca le ha gustado ir de víctima.

Esta “valenta” valenciana, para poder seguir poniendo comida en la mesa, ha tenido que invertir todo su dinero en maquinaria moderna que puede manejar desde el ordenador de su casa. La lavandería tradicional, por no poder atenderla, la convirtió en una de autoservicio.

  • En su lavandería de la calle Martín el Humano del distrito de Extramurs, atiende desde la distancia muchas veces, a su clientela de varios años con acierto y cariño.

Va passar la pandèmia en grans dificultats -com tots- pero en la particularitat que ella no va tancar ni un sol dia i ho va fer per donar servici als sanitaris que necessitaven llavar la seua roba, ya que les màquines suministren els químics necessaris per a matar al Covid-19, i saben vostes que els cobrava als sanitaris?, puix res, per a ells sempre va ser grátis, eixa era la seua manera de contribuir i ajudar-nos a tots.

Hasta aquí todo bien, nuestra lavandera se ha ganado formar parte de los muchos héroes que estuvieron ahí cuando su ciudad les necesitó. Pero amigos, todo ese esfuerzo, altruismo y cariño, nuestro alcalde Joan Ribó se lo ha recompensado con una amenaza del cierre del negocio, si en menos de 10 días, no hace un baño abierto al público.

Algo imposible para ella y tan estúpido como innecesario. Estúpido porque el concepto de negocio no admite tener un baño abierto al público, recordemos que es autoservicio y no hay personal permanente o acaso ¿los negocios de vending o los cajeros de los bancos, lo tienen? El inspector de Abastos “le dice” que obedece según normativa, aunque los técnicos le informan que no hay artículo al respecto. Esto va regulado por el plan general municipal y cuando no existe ley concreta se somete a criterio del ayuntamiento.

  • Criterio arbitrario y absurdo, que lejos de echar una mano a la gente, les pisa la cabeza. 

Es pues un atropello desgarrado, sin sentido y fuera de toda lógica a lo que se tiene que enfrentar nuestra lavandera. No solo ella, ¿acaso no ve el alcalde que están cerrando todos los días negocios y comercios que llevaban años abiertos dando servicio a los ciudadanos y pagando con sus impuestos “los gastos” del ayuntamiento? Esta es la política, social, feminista y protectora de Compromis.

Li han fallat a la lavandera. Vergonya és poc, lo que yo sent és ràbia e impotència al vore com negoci a negoci i persona a persona, l’inútil de Ribó va acabant en la vida de la ciutat que més vullc. Per la lavandera no es preocupen, que dedicarem des de Valéncia Unida tots els nostres recursos per a que ixca avant, pero lo d’arreglar Valéncia ya és cosa de tots, no s’obliden.