Valencia, un claro ejemplo de caos y descontrol patrimonial

Nuestra ciudad es un claro ejemplo del caos y descontrol patrimonial que estamos sufriendo
El pretil del río aparece cada semana con pintadas

Sin nadie capacitado a los mandos del área de cultura y patrimonio, la situación en Valencia se ha agravado durante los últimos años. Las numerosas recomendaciones efectuadas por el Síndic de Agravis en los últimos años dan buena fe de lo que está pasando en nuestra ciudad.

Pintadas y vegetación descontrolada en el antiguo cauce del río Turia, en sus pretiles y en los puentes históricos. Pintadas en los palacios de la calle Caballeros y adyacentes. Más pintadas en los refugios antiaéreos de Ciutat Vella. Inspecciones “virtuales” y mal realizadas en las Atarazanas del Grao. Contratas y subcontratas que actúan sin supervisión y acaban tapando con pintura una torre del siglo XIV. Las dos torretas del chalé del republicano que deben rehacerse. Contenedores, papeleras, cableado y todo tipo de mobiliario urbano pegados a las fachadas de edificios protegidos. Instalaciones de focos de iluminación en un puente con protección integral. Alquerías por el suelo, en ruina y pendientes, eternamente, de rehabilitar. Y, así, un largo etcétera (La Ceramo, el Casino del Americano, la Estación del Grao, la Estación FEVE de Nazaret, el refugio de la calle Espada, el horno de cal de la Cruz Cubierta…).

Todas estas agresiones y principalmente el tema de las pintadas y los delitos contra nuestro patrimonio, que no “vandalismo” meramente administrativo, ponen de manifiesto el rotundo fracaso de la campaña #RespectaValencia. La cual, fue llevada a cabo por la Delegación de Patrimonio y Recursos Culturales del Ayuntamiento de Valencia.

Valencia, un claro ejemplo de caos y descontrol patrimonial

Una delegación que va siempre dos pasos por detrás de los delincuentes

Una delegación que es, además, incapaz de coordinarse con el resto de áreas y servicios del propio ayuntamiento y que recibe constantemente sonoras y contundentes recomendaciones del Síndic de Greuges. Como, por ejemplo, la última en la que se indicaba que “no es de recibo que las solicitudes o escritos presentados por los ciudadanos vayan peregrinando de un departamento a otro sin contestarlos ni dar ninguna solución real a las cuestiones planteadas en los mismos. Ello supone una clara vulneración del derecho a una buena administración, reconocido en el artículo 41 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”.

Las cámaras todavía no se han instalado y puesto en funcionamiento. Están en ello, dicen. Todo ello a punto de cumplirse tres años del incendio en una de las puertas laterales del Portal de Quart y del resto de graves incidentes que arrancaron en 2018 con las pintadas en la Lonja de los Mercaderes.

Calles y monumentos sin vigilancia: el paraíso para los delincuentes

Sigue sin haber vigilancia activa en los monumentos. Están en ello, también. Tampoco en las calles de la ciudad para atrapar a estos delincuentes y ponerlos a disposición judicial.  Ello para que se les aplique el artículo 323 del Código Penal, por delitos contra el patrimonio histórico y cultural. A fecha de hoy, siguen yéndose de rositas. Los contribuyentes, por el contrario, continuamos pagando con nuestros impuestos sus acciones delictivas.

Argumentaciones constantes que se está trabajando en ello, que se establecen unas prioridades en base a ciertos “criterios”, que no hay disponibilidad presupuestaria en estos momentos, que falta personal, o la novedosa coletilla de la COVID19. Todo ello no tapa ni maquilla la manifiesta incapacidad de unos gestores públicos a los que le viene muy grande la correcta y eficaz gestión, mantenimiento regular, recuperación y puesta en valor de nuestro patrimonio cultural.

Se pueden poner todas las excusas y pretextos que se quieran. Llevamos escuchando la misma cantinella desde el año 2012.