Surrealismo español

Surrealismo español

Hace unos días falleció el gran director de cine, fotógrafo y escritor Carlos Saura. Este insigne artista alternó en sus películas la descripción realista con el surrealismo, utilizando referencias simbólicas con las que quiso describir toda una época de la sociedad española, como en la película “cría cuervos”, “mamá cumple cien años”, “la caza” o “la prima Angélica”, entre otras.

Pero fue el surrealismo lo que definió alguna de sus obras maestras, poniendo de manifiesto cómo se puede utilizar lo irracional como medio para pretender cambiar la sociedad, y en este sentido, muchas de las acciones, frases o propuestas de algunos políticos actuales pueden encuadrarse dentro del surrealismo español que tan bien describió el tristemente fallecido Carlos Saura.

En la actualidad, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, cada vez se encasilla más en un personaje surrealista. Basta recordar cómo describió el exministro Máximo Huerta, en el programa televisivo “el hormiguero”, su última conversación con Sánchez al presentar su dimisión. En dicha entrevista lo único que le importaba al presidente era «¿qué dirá de mí la historia?«. Hay que imaginarse la cara de desconcierto del exministro al escuchar el monólogo presidencial: puro surrealismo.

  • Pero el momento álgido del surrealismo hispano lo estamos viendo en las fotos electorales que va sumando Pedro Sánchez por su obsesión de “pasar a la historia”.

Así pues, no dudó en intentar demostrar empatía con los pensionistas jugando a la petanca usando de figurantes a militantes socialistas que le decían con cara de admiración: “¡campeón!»,»¡Enhorabuena por ese inglés”! Testigos del acto afirman que el parque fue desalojado por 25 escoltas y hasta que no se fueron, Sánchez no bajó del coche oficial. Puro surrealismo.

Otra foto histórica es la carrera ciclista que hizo con el alcalde de Valladolid y que solo recorrieron unos pocos metros, los suficientes para hacerse la foto que luego fue publicada. La última hazaña surrealista es ir casualmente a la casa de unos jóvenes de Parla para hablar del salario mínimo y ser uno de ellos el hermano del líder de juventudes socialistas local y que además, es asesor presidencial en la Moncloa. Puro surrealismo.

Tampoco podemos olvidar la reunión de la Moncloa en la que Pedro Sánchez quería contestar las preguntas de 50 españoles anónimos, resultando que se seleccionó a militantes socialistas para alabar la figura presidencial.

  • “Pedro ese hombre”

Pero lo más surrealista es la serie televisiva encargada a sus amiguetes para alabar su figura, copiando a Franco que protagonizó el documental conmemorativo: “Franco ese hombre” en 1964. Supongo que la serie, que por cierto nadie quiere emitir, se llamará: “Pedro ese hombre”, por eso de querer pasar a la historia.

Como vemos, Sánchez es puro teatro, porque no puede salir a la calle con normalidad porque cada vez se oyen más gritos de protesta, y para remediarlo ha convertido su vida política en un plató cinematográfico.

Un presidente surrealista en un gobierno surrealista es lo que pasará a la historia, puesto que el espectáculo que están dando los ministros y las ministras a cuenta de la contrarreforma, rectificación y autoenmienda de la ley del «sí es sí», cada vez más a la película “cría cuervos” del maestro Saura, en donde la protagonista cree tener poder sobre la vida y la muerte, y en eso están los socios de Sánchez, intentando ver quien sobrevive a esta aberrante reforma.

Por cierto, a Sánchez cada vez le salen más copias surrealistas y de entre ellas se encuentra el alcalde de Valencia, el comunista Joan Ribó, que ha anunciado la medida estrella para el fin de su legislatura: “los bautizos civiles”, oficiados por concejales, con la finalidad de desarrollar valores cívicos, aunque no se sabe de quién, porque supongo que el recién nacido estará en otras cosas. Lo dicho, puro surrealismo español.