Sánchez, hombre de principios

Enrique Arias Vega: «Sánchez, hombre de principios»

Se ha ironizado mucho sobre Pedro Sánchez aplicándole la frase atribuida a Groucho Marx: “Estos son mis principios, y si no le gustan tengo otros”.

Nada más incierto, sin embargo, que esa falta de criterio que le lleve a la volubilidad en sus decisiones al Presidente de Gobierno. Sánchez tiene dos principios bien asentados, el primero de los cuales goza del asentimiento unánime de la frondosidad de ministros, asesores, paniaguados y parlamentarios varios y consiste en que el poder está por encima de todo, incluso de las leyes, que se pueden interpretar, forzar o cambiar al gusto de quien ostenta ese poder.

Por si eso no bastase, tiene su segundo principio en su arcano de valores. Y es que la mentira no es ningún inconveniente, sino una acción justificada para llegar a gobernar. Eso lo ha demostrado no una vez, sino todas las que ha sido necesario, prometiendo en campaña electoral lo contrario que ha llevado a la práctica una vez que ha llegado al Gobierno.

No nos extrañemos, pues, de que Carles Puigdemont no vuelva para ser entregado a la Justicia, como Sánchez anticipó en su día, sino que llegue a Cataluña en loor de multitud y que el siguiente paso sea la desmembración de España y no su mayor cohesión, como viene defendiendo que hace con sus medidas.

Lo peor del caso no es la reiteración de sus mentiras, sino que los ciudadanos, sabiendo que su palabra no vale nada, continúan en gran medida votándole. Así que cuando no quede casi nada de lo hasta ahora existente no podremos quejarnos porque nosotros hemos sido cómplices, por inopia o por estupidez, de que el Presidente haya seguido impunemente fiel a sus principios.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega