Luisa C. Perosán: Sueldos Políticos

Luisa C. Perosán: ¿Alguien duda que la clase política está para expoliarnos? A mí, no me cabe duda.

PSOE y PP acuerdan en el senado subirse el sueldo. No son suficientes los 9.647,99 € que se llevan calentitos todos los meses, un salario muy popular, lo que viene siendo un salario medio, que, con sus catorce pagas al año son unos 135.449 €, que ya lo quisieran muchos, pero a Maroto y a Vara no les resultan unos emolumentos justos y han decidido aumentarlos eliminando una “incompatibilidad”. La noticia en pleno 25 de diciembre, intentó pasar desapercibida, pero no están los ánimos por la labor, y dicen que echarán atrás la propuesta. No lo creo.

Lo lógico es que se entrara en política con afán de servicio público, pero se entra, básicamente para ganar dinero. Los principales partidos y los no tan principales, son corporaciones cuyos miembros ascienden en función de su militancia con el único propósito de conseguir una poltrona con un magnífico sueldo, y con prebendas. Y si todo esto lo multiplicamos entre parlamentos y senados, el gasto en un montón de inútiles es desorbitado. Añadamos a eso, asesores, coches oficiales, complementos y desplazamientos. La pregunta ¿Cuántos políticos hay en España? es difícil de contestar, hay que añadir a lo anterior, componentes de las asambleas o parlamentos autónomos, los altos representantes de La Unión Europea, consejeros de los gobiernos de las comunidades, alcaldes y concejales, representantes de las diputaciones provinciales, presidentes de los consejos jurídicos, gestores de las empresas públicas, altos cargos de los consejos de cultura o sociedades públicas, embajadores no pertenecientes a la carrera diplomática (Iceta o Puig ahora mismo) y personal designado para instituciones internacionales. Sumando entre asesores y demás, y teniendo en cuenta que un político puede ostentar más de un cargo, ¿Cuántos hay? Pues la cifra oscila entre 90.000 y 92.000, así a bulto.

Si multiplicamos haciendo una cuenta ramplona, y suponemos que salen a una media de unos 9.000 € al mes, el gasto es considerable.

Lo más triste es que han conseguido configurar dos bandos cuyos componentes suelen ser bastante acríticos con el pack ideológico correspondiente, puede que sean del PSOE, de Podemos o de Sumar, pero mas allá de discutir sus naderías, el pack es aceptado sin reservas. Los del PP igual, con la salvedad de que el PP tiene más cosas en común con el PSOE que con sus votantes. La derecha ideológicamente no está dividida, políticamente sí, porque desde la entrada de Vox, la guerra por la poltrona es encarnizada. Pero ninguno de estos partidos muestra verdadero afán de servicio público, ninguno da muestras, verdaderas muestras de querer cambiar las cosas. Un partido político en España es una agencia de colocación y más allá de reñir como verduleras en el congreso y dar qué hablar a sus incondicionales hooligans, su actividad se reduce a permanecer con las posaderas tanto tiempo como puedan en el butacón.

Y esto se consigue con artimañas con las que “dar qué hablar”. Tenemos el ridiculísimo episodio de “la botella de agua voladora” condenado o defendido, pero jamás discutido.

Deberíamos considerar muy seriamente todo esto antes de ir a votar.

Está más que comprobado que el programa electoral solo sirve para hablar de algo en los mítines, que lo prometido es papel mojado, y que, en lo esencial, que son sus sueldos, todos están de acuerdo.

Luisa C. Perosán