Las pocas luces de la izquierda Valenciana

Esta semana ha tenido lugar el encendido de la iluminación navideña en muchas ciudades de España.

Con esa iluminación, muchos ayuntamientos apuestan por apoyar al pequeño comercio e incentivar el consumo en unos momentos en donde muchos autónomos de los centros históricos lo están pasando mal, y necesitan ayudas.

Valencia también ha encendido sus luces navideñas, y desde muchos sectores se ha denunciado como manifiestamente pobres, insuficientes.

Es una actuación de un Ayuntamiento acomplejado e insensible, en definitiva, con «pocas luces», algo que también caracteriza al gobierno autonómico y a los partidos que le sirven de soporte: PSPV, Compromis y Unidas Podemos. Hemos asistido recientemente a la reunión del President, Ximo Puig ,con la Vicepresidenta, Mónica Oltra, en un intento de fingir cara a la galería, que tiende puentes para el diálogo dentro del gobierno autonómico. Sin embargo, las relaciones tanto desde un punto de vista personal, como institucional, puede decirse que están rotas. Es una lucha de egos, una lucha por el poder y el reparto de las partidas presupuestarias.

  • Y mientras que ellos pierden el tiempo y la energía en sus luchas por ser la estrella que más brille en el cielo de la izquierda valenciana, la Comunitat se ve afectada por una presión hospitalaria y una mortalidad por Covid de las más altas de España.

De hecho, los contagios superan ya la media española. ¿Qué es lo que está pasando? La respuesta, es la de siempre. Se trata de un tripartito apagado, sin brillo ni lustre, paralizado al haber quedado deslumbrado por una crisis que no saben gestionar y con su ineptitud, incrementan los efectos económicos y sociales perniciosos de la pandemia.

A su vez, esa falta de brillantez la hemos podido observar también estos días con ocasión de la visita de Ximo Puig a Cataluña donde ha sufrido un cortocircuito. El President se ha comportado de una manera sumisa frente al gobierno catalán, en vez de plantar cara y exigir un respeto a nuestra historia, identidad, cultura y lengua. Por el contrario, reclama la creación de un eje periférico frente al centralismo de Madrid, apelando a retomar el diálogo entre Cataluña y Valencia para la creación de una «Commonwealt mediterránea». De ahí a hablar de la unión de los «països catalans», no queda nada.

  • Por su parte, el «apagado» alcalde Ribó, se dedica a castigar al sector hotelero, acordando un incremento considerable de los impuestos para los hoteles a pesar de que la mitad de ellos se encuentran cerrados por la situación motivada por la pandemia.

Llama la atención la contestación dada por el alcalde a la pregunta sobre el desmedido incremento de los impuestos a este sector, afirmando que «no se puede sorber y soplar al mismo tiempo». Efectivamente, señor Ribó, no se puede gobernar y proteger los intereses de los valencianos con falta de empatía y su sempiterna desaparición. Ustedes sorben del presupuesto municipal y nunca soplan a favor de los intereses de los valencianos.

De igual manera, sigue castigando a los barrios valencianos sin ejecutar las mejoras previstas. A pocas semanas del cierre del ejercicio presupuestario correspondiente al año 2020, el Ayuntamiento solamente ha ejecutado el 28,6% del presupuesto municipal en inversiones en los barrios. Para que se pueda entender, solamente uno de cada tres euros presupuestados para la mejora de los barrios este año, se ha invertido. El resto, quedan en un limbo presupuestario.

Curiosamente, a pesar de las pocas luces navideñas que adornan las calles de Valencia, este año el árbol luminoso de la plaza del Ayuntamiento ha salido a concurso un 58% más caro que años anteriores a pesar de mantener el mismo tamaño. ¡Hay que ver qué pocas luces tienen!

 

Fernando de Rosa. Senador del PP por Valencia