Federico Bisquert: La necesaria reforma estructural de España, para no caer en la suspensión de pagos y el rescate

Federico Bisquert: La necesaria reforma estructural de España, para no caer en la suspensión de pagos y el rescate

Lo fundamental en estos momentos que vivimos en España es elaborar unos presupuestos fiables y,  que se los pueda creer la Comunidad Económica Europea , ya que el incremento del gasto desorbitado por la crisis tan profunda originada por el Covid19, debe ser incluido y debe ejercitarse unas reformas estructurales,  con carácter urgente en los ámbitos laboral y tributario principalmente, con un cálculo realista del déficit para el 202; empezando a pensar en el recorte del gasto público, reduciendo cargos públicos y reestructurando la composición del Ejecutivo fusionando carteras ministeriales, 22 de Ministerios y 27 Secretarias de Estado (RD 2/2020 de 20 enero) es una auténtica desproporción si comparamos con la ratio de cualquier país comunitario, de no tomar estas medidas drásticamente nos veremos obligados a solicitar el RESCATE.

El Observatorio de la Realidad Financiera (ORFIN), en su Informe sobre el impacto del Covid19 en la estabilidad financiera prevé que en septiembre alcanzaremos el 26% de índice de desempleo, alcanzándose los mas de 5 millones de parados como consecuencia de la pandemia, llegándose al pico en la tasa de desempleo, ORFIN estima que la tasa promedio para el ejercicio 2020 quedará en el 20,5% y que para el 2021 nos situaremos en el 22% una vez finalizado el “efecto contención” de los ERTE; las recomendaciones de ORFIN son muy concretas y puntuales tales como la creación de comisiones o grupos de trabajo con los agentes económicos, haciendo política de “abajo hacía arriba” como hacen los países comunitarios de nuestro entorno y olvidarnos de experimentos “dirigistas” que conducen a un mayor estancamiento de la economía española.

El Banco Central Europeo (BCE) está negociando un plan de inversión para ayuda ante esta situación, pero para que esa ayuda nos llegue es condición sine qua non reformas y consolidación fiscal.

El informe señala que durante el 2019 el gasto público primario (excluidos intereses) fue del 39% del PIB, 3 puntos mas que en 1.999 previo a la entrada en el euro, teniendo en cuenta que España ha financiado durante 20 años el gasto corriente con Deuda Pública pero además con la crisis del Covid19 vamos a incrementar la Deuda Pública en mas del 30% del PIB, o sea que les tocará pagar a nuestros hijos y nietos, con lo cual es muy probable que a finales de 2020, o incluso nuestra Deuda Pública supere el 122%, cayendo PIB en el 13% después del desplome del 30% que se produjo en abril.

Lo positivo de toda esta situación es que el sistema bancario está más capitalizado teniendo que depender mucho menos de los mercados capitales debido a la intervención de los bancos centrales, debiendo alcanzarse una unión bancaria fuerte con la fusión de entidades de distintos países, siendo el principal riesgo para la estabilidad financiera que se colapse el canal de financiación cliente-proveedor que en España está entorno al 30% del PIB.

Dentro de las recomendaciones de ORFIN en su informe, se hace especial referencia a que la banca no deber ser tolerante facilitando créditos a empresas y familias insolventes como fue característico en la anterior crisis del 2008.

Y otro de los puntos sensibles es el sector turístico que el impacto que recibe por la crisis de esta pandemia en términos de empleo va a resultar similar al pinchazo de la burbuja inmobiliaria.

Según ha anunciado la Comisión Europea en sus primeras previsiones económicas que tienen en cuenta el impacto del Covid19. La economía española se hundirá un 9,4%, mientras que la griega y la italiana se desplomará un 9,7% y un 9,5% respectivamente.

La financiación de esa recuperación está siendo materia de debate europeo, con la confección de un Fondo de Recuperación, cuyo primer borrador tendría que haberse consolidado esta semana, pero finalmente se ha retrasado intentando buscar que esta propuesta inicial sea aceptable para el mayor número componentes comunitarios, la realidad es que existe una profunda división de opiniones respecto al tamaño y la naturaleza de ese instrumento.

El Ejecutivo Comunitario tiene muy en cuenta el impacto que el descenso del turismo tendrá sobre España o Italia, pero también sobre Grecia, la cual ha capeado el temporal del Covid19 hasta ahora, pero no podrá escapar al impacto en el sector turístico, que representa el 20,6% de su PIB, siendo la economía europea más dependiente del turismo, lo que le unirá al club de los más afectados ante el desplome económico, España e Italia. Paolo Gentiloni ha explicado que tanto la profundidad de la recesión como la fortaleza de la recuperación estarán «condicionadas por la velocidad a la que se puedan levantar los bloqueos», pero, admite, también de la importancia del turismo en cada economía, así como de los recursos financieros con los que cuenta cada país, con especial referencia a España e Italia: los dos países más golpeados y dos de los que están teniendo una respuesta fiscal más débil.

Paolo Gentiloni, comisario de economía advierte de las «divergencias» que se están produciendo por esa diferencia entre economías, especialmente en la capacidad para dar respuesta al shock. Y es ahí donde tiene que jugar un papel el Fondo de Recuperación, que España propuso que fuera de más de un billón de euros, financiado en parte con bonos perpetuos y que reparta fondos en forma de transferencias. El comisario económico cree que estas divergencias, que plantean son «una amenaza para el mercado único y la zona euro», y solo pueden «mitigarse mediante una acción europea conjunta y decisiva».

En el conjunto de la Eurozona la caída será del 7,7%, algo más optimista que los peores escenarios dibujados por el Banco Central Europeo (BCE), que alerta del riesgo de que la economía de la zona euro se hunda hasta un 12%. «Europa está experimentando un choque económico sin precedentes desde la Grana Recesión», indica el comisario de Economía. Francia verá una caída de su PIB del 8,2% y Alemania del 6,5%, aunque ambas economías tendrán fuertes rebotes en 2021.

El Ejecutivo comunitario se alinea con las previsiones de España, aunque empeorándolas sensiblemente, ya que en el programa de estabilidad español enviado a Bruselas se señaló que la economía española se contraería un 9,2% en 2020. Asimismo, la Comisión Europea prevé un rebote del 7% en 2021, cercano al 6,8% que calculaba la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Bruselas señala, además, una recuperación lenta y larga, porque aunque debería haber un rebote fuerte tras el despertar de la economía de la hibernación por el Covid19, «la recuperación será desigual en todos los sectores y la potencia perdida no se recuperará completamente dentro del horizonte de pronóstico».

La Comisión Europea también prevé que el nivel de deuda pública se dispare veinte puntos desde el 95% de 2019 hasta el 115,6%, con una leve reducción hasta el 113,7% del PIB. Pero aquí claramente los dos países más afectados serán Grecia, que casi llegará hasta el 200%, e Italia, donde la deuda pública alcanzará 158,9% del PIB. Muchos otros países superarán el límite del 100% del PIB, como Portugal, Francia o Bélgica, así como el conjunto de la Eurozona, donde el nivel de deuda pública será del 107% del PIB. La reducción de este indicador será una prioridad para la Comisión Europea en los últimos tiempos. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento requiere que el nivel de deuda pública no supere el 60% del PIB, aunque pocos países cumplen esta regla cuando nos atacó Covid19 dejándonos K.O.

Bruselas centra todo su análisis en el impacto del coronavirus sobre el descuadre de las cuentas, los técnicos de la Comisión Europea sí que dejan claro que España ya tenía un gran déficit antes de que sufriera el shock del Covid19. De hecho, a la hora de mencionar los efectos de la pandemia, el texto recuerda que ya había otras medidas que estaban profundizando el descuadre de las cuentas: «Estos factores (relacionados con el coronavirus), junto con los aumentos ya promulgados en las pensiones y los salarios del sector público, deberían llevar el déficit hasta aproximadamente el 10% del PIB en 2020″.

 Para España no había otra opción que gastar. «España es obviamente uno de los tres o cuatro países más afectados» por el coronavirus, ha señalado Paolo Gentiloni, comisario de Economía, que ha señalado que los efectos de no disparar el déficit podrían haber sido peores«No es normal que la Comisión invite a los países a gastar, pero ha sido el caso durante los últimos meses. De no hacerlo las consecuencias habrían sido peores», ha señalado el comisario italiano en la rueda de prensa.

En cuanto al desempleo, Bruselas espera que se sitúe en el 18,9% en 2020 y en el 17% en el próximo ejercicio. La Comisión señala que, en España, como en Italia, las pequeñas empresas «que suelen ser más frágiles durante las contracciones económicas, representan una alta proporción de empleo». Y Bruselas no cree que las medidas de ayuda a las PYMES vayan a servir para evitar que estas se lleven la peor parte: «Si bien se han implementado medidas para compensar la escasez de liquidez, las empresas más pequeñas tienen más probabilidades de ver restricciones de liquidez y líneas de crédito bancarias bloqueadas».

Las estimaciones de Bruselas son solo una parte del cuadro global, se tiene en cuenta el impacto que tiene hoy el coronavirus en las cuentas de los Estados miembros, que practican un gran esfuerzo muy importante para hacer frente a las necesidades sanitarias e intentar capear la hibernación de la economía, pero no se tiene en cuenta el coste que tendrá reactivarla una vez se supere el pico del Covid19. La financiación de esa recuperación está siendo materia de debate europeo.

   ¡!!Sra. Nadia Calviño, en sus manos encomendamos nuestro espíritu!!!

Federico Bisquert Lafuente
Economista

 

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