Enrique Arias Vega: “Okupación” de las instituciones
El nombramiento del ex ministro José Luis Escribá como gobernador del Banco de España cumple una doble función. La primera, mantener en funcionamiento las puertas giratorias para cuando una persona deje un cargo público encuentre acomodo en otro. La segunda, y más importante en éste y otros casos, colonizar las instituciones públicas, poniendo al frente de las mismas a personas afectas no ya al PSOE sino al mismo sanchismo.
El de Escribá, decimos, es el último ejemplo. Tenemos desde Carmen Calvo presidiendo el Consejo de Estado hasta Conde Pumpido al frente del Tribunal Constitucional, pasando por el CIS, la CNMC, RTVE. Patrimonio Nacional y una larga serie de cargos públicos complacientes son las decisiones y los criterios del Ejecutivo.
La importancia de estos nombramientos es obvia, sobre todo en unos momentos en los que hace aguas la mayoría parlamentaria del Gobierno. Muchas de las leyes que éste no podrá aprobar tienen, sin embargo, el respaldo institucional y hasta propagandístico de los órganos del Estado, que deberían ser independientes pero que se someten a los dictados del poder ejecutivo.
Con esto, Sánchez no sólo afianza su poder en el presente, sino que le va a poner las cosas más difíciles a la oposición si ésta algún día alcanza el poder, ¿Se imaginan lo poco plácido que sería un Gobierno del PP con todas esas instituciones poniéndole palos en las ruedas a su acción gubernamental?
Por eso, por la necesidad de independencia de los órganos asesores y fiscalizadores del Estado, hay que exigir transparencia en su nombramiento y libertad de criterio en su actuación, Si no, vamos abocados irremediablemente a una falta de democracia en nuestra vida política.