Fernando de Rosa: «Empieza la legislatura Drácula»
Tras la investidura de Pedro Sánchez el pasado jueves 16 de Noviembre, comienza un periodo en el que muchos nos preguntamos con preocupación cual va a ser la trayectoria de la gestión del nuevo gobierno. Muchos ya denominan la legislatura “Drácula” por la sangre que nos van a chupar a los ciudadanos para pagar los acuerdos firmados por Sánchez con sus socios, pero sobre todo para pagar los acuerdos secretos cuyo contenido a día de hoy desconocemos, pero que se intuyen perfectamente tras oír los discursos relamidos de las minorías chantajistas del Parlamento.
Todos los nacionalistas han sacado tajada para sus intereses partidistas, excepto Compromís que sigue siendo el partido “pagafantas” de la política española.
Y se han vanagloriado durante los dos días que ha durado la investidura de Pedro Sánchez de tener como rehén al partido socialista con los aplausos de sus propios senadores y diputados, todo un ejemplo de síndrome de Estocolmo caracterizado por la sumisión entusiasta del secuestrado con su secuestrador.
La figura de un Drácula nacionalista se paseó por los escaños de la izquierda de la cámara, dejando ver unos colmillos afilados preparados para sacar la sangre a unos entusiasmados parlamentarios del autodenominado progresismo político. Pero estos insignes progresistas desconocen que el mito de Drácula nació de la figura de un conde de la Transilvania del siglo XV que ordenó matar a unas 100.000 personas, fundamentalmente aquellos que se rendían y creían sus promesas. Sinceramente veremos en esta legislatura, sea corta o larga, como Sánchez desangrará a los ciudadanos españoles, para no ser quién se desangre políticamente hablando, para pagar las demandas nacionalistas.
Fundamentalmente pagaremos el precio los ciudadanos de la Comunitat Valenciana, que según el sanchismo, estamos en la parte del muro reservado a las “comunidades rebeldes y fachas”.
Ya escuchamos al recién investido presidente del gobierno mentir descaradamente describiendo una Comunitat “negra y oprimida”, con la educación y la sanidad naufragando, con la destrucción del medio ambiente y con un aumento de la miseria, y todo ello con solo 5 meses de gobierno del Partido Popular, olvidando el “detalle” que el aplaudidor y sonriente Ximo Puig ha sido el president durante 8 años y es el responsable directo de no haber construido ningún hospital, excepto el que se voló por tratarse de una simple tienda de campaña de cuyo coste y destino existen muchas dudas, que es el responsable que la política de barracones se haya extendido a los juzgados como ocurre en LLiria, que existen miles de facturas pendientes de pago en sanidad, que Puig no pagó 21 millones de euros a los centros de menores, que decenas de centros de mayores están sin recibir fondos desde diciembre de 2022, sin olvidar que el President Mazón ha tenido que llevar a la abogacía de la Generalitat los contratos dados a dedo por Puig , saltándose los principios de concurrencia y publicidad, por un valor de 876 millones de euros.
Ahora Sánchez, por exigencia del Drácula nacionalista, va a castigarnos mucho más por no saber votar el pasado 28 de mayo
Dejándonos sin ampliación del puerto de Valencia, invirtiendo en el corredor mediterráneo únicamente en la parte de Cataluña para favorecer sus exportaciones y lastrando las valencianas que tendremos un verdadero “embudo” en nuestras conexiones portuarias y ferroviarias, convirtiéndose el gobierno central en la verdadera oposición al gobierno de Carlos Mazón, que tendrá como bandera el “cuanto peor le vaya a Valencia mejor para los interese del gobierno central y de los socios de ERC– JUNTS”, con el objetivo político de conseguir que los valencianos echen la culpa al Consell de la caída económica.
El Drácula nacionalista planea orgulloso por las cuentas españolas, señalando el botín a un partido socialista que cada día que pase en la Moncloa lo celebrará como un triunfo, olvidando que la sociedad española y sobre todo la valenciana ha despertado y se está aprovisionando de ristras de ajos , producto muy nuestro , que según la leyenda sirven para alejar a los vampiros y a sus servidores. Por eso muchos ya decimos ¡Me gustan los ajos!.