El doble juego de Esquerra Republicana

El doble juego de Esquerra Republicana

El Gobierno se empeña en decir que el “procès” catalán se ha acabado, simplemente porque ahora no toca la violencia en las calles. Pero su socio parlamentario y compañero de diálogo Esquerra Republicana niega explícitamente esta pretensión gubernamental.

La prueba de que el proceso independentista sigue vivo la ofrecen los logros de ese mismo independentismo: desde el indulto a los condenados por la asonada del 2017 a la supresión del delito de sedición y desde la reducción de condenas por malversación hasta el mantenimiento de la prohibición del castellano como lengua vehicular en Cataluña.

Lo que sucede es que Esquerra Republicana ha cambiado de estrategia, consiguiendo paso a paso del Gobierno sus sucesivas reivindicaciones, teniendo como uno de sus próximos objetivos un referéndum de autodeterminación pactado con La Moncloa.

El de Esquerra Republicaba es, pues, un doble juego que no engaña a nadie. Por una parte, no reconocen la relevancia del Estado en Cataluña, manifestándose contra la reunión bilateral franco española del día 19 en Barcelona, pero por otra Pere Aragonés consigue asistir a esa cumbre como si fuese un presidente más, al mismo nivel de Macron y Pedro Sánchez.

No es de extrañar esta presunta esquizofrenia, pues ambas acciones muestran el repudio a los dos Estados en los que se extienden los territorios catalanes y exhiben al mismo tiempo la pretendida igualdad de la Generalitat con los regímenes de Madrid y París.

El que no aprecie en este doble juego un avance del “procès” y una humillación a la soberanía española es simplemente que no quiere reconocer la realidad por dolorosa y hasta ridícula que ésta sea.

A Contracorriente

Enrique Arias vega