Democracia agonizante

Democracia agonizante

En una serie de países, desde Perú a Francia, la gente dirime en la calle sus diferencias con el Gobierno de turno. Y lo hace, además, con violencia.

Decir la gente, como en el párrafo anterior, es un eufemismo o una hipérbole, pues suelen ser las personas de izquierda, y de una izquierda cada vez más radical, las que se oponen a las instituciones al margen de las leyes.

En el otro extremo del arco ideológico, son individuos como Trump o Bolsonaro los que cuestionan los resultados electorales y la independencia de las instancias públicas àta instar la desobediencia ciudadana. En un caso y otro lo que está claro es que ambas actitudes son ampliamente antidemocráticas.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega