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El estudio informa acerca de las fortalezas y debilidades del alumnado universitario para poder acceder a la modalidad docente no presencial
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El informe indaga sobre el equipamiento de hardware y software del estudiantado; el tipo y la velocidad de conexión; la experiencia y el conocimiento de las herramientas de docencia en línea
La comunidad estudiantil universitaria valenciana dispone de equipamiento suficiente para el seguimiento de la docencia en línea, según se desprende del estudio ‘Análisis de las capacidades digitales del estudiantado universitario valenciano’.
Elaborado por la Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC, una iniciativa de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital con la Universidad Miguel Hernández, y en la que han colaborado todas las universidades públicas valencianas.
La directora general de lucha contra la Brecha Digital, María Muñoz, ha afirmado que “para cambiar la realidad es importante conocerla primero y, a partir de estas conclusiones y con las orientaciones que nos revela este estudio, tomaremos las decisiones necesarias para mejorar las condiciones de acceso del alumnado y de toda la ciudadanía”.
Así, ha destacado que “una de las acciones prioritarias de la Conselleria y de esta dirección general es mejorar las competencias digitales de la ciudadanía y en los próximos meses se irán implantando diferentes fórmulas que nos van a permitir mejorar estas cuestiones”.
Concretamente, el estudio destaca que el 91,4 por ciento del estudiantado universitario de la Comunitat Valenciana cuenta con un portátil para su uso individual. Mientras que el 4,3 por ciento tiene un ordenador de sobremesa como único equipo.
También indica que el 4,3 por ciento del alumnado no dispone, ni de ordenador de sobremesa, ni portátil para uso personal. Además, el informe estima que, aproximadamente, 2.000 estudiantes universitarios valencianos (2 por ciento) no disponen de ningún ordenador, ni siquiera en uso compartido.
Respecto a la conexión, el análisis refleja que, en líneas generales, no se observan excesivas carencias en cuanto a las conexiones a la red por parte de la comunidad estudiantil.
Así, tres de cada cuatro estudiantes tienen acceso a banda ancha, lo que supone que el 78,8 por ciento de los encuestados disponen de fibra óptica o de ADSL y solo 700 universitarios valencianos no tendrían acceso a Internet, es decir, el 0,7 por ciento de los participantes no puede costear el acceso a la red.
Necesidad de un estudio
El estado de alarma decretado el pasado mes de marzo como consecuencia de la pandemia ocasionada por la COVID-19, derivó en la suspensión de la actividad formativa presencial en las universidades valencianas y en la obligación del uso de la modalidad de docencia online.
En este sentido, la premura con la que el sistema universitario tuvo que adaptase para pasar de la normal actividad docente presencial a docencia en línea, ha dejado patentes dificultades, pero también la capacidad de reacción y adaptación del sistema universitario público valenciano para mantener la calidad en la formación.
El director de la Cátedra de Brecha Digital y Buen Uso de las TIC, Daniel Lloret, ha explicado al respecto:
“E-learning no ha parado de crecer desde que se impuso en el siglo XX y la pandemia ha sido un catalizador de este crecimiento, situando y la docencia en línea en primer lugar entre las políticas educativas”. Era necesario hacer un estudio que permitiera conocer “las luces y las sombras” de este método.
La evolución actual de la pandemia ha llevado a que las universidades hayan optado por una docencia dual en el primer semestre del curso 2020/21. Necesitan disponer de información sobre las capacidades del alumnado para afrontar los retos la docencia en línea y poder anticipar planes y decisiones.
Por ello, con el apoyo de la Conselleria de Innovación, a través de la Dirección General de Brecha Digital, se ha presentado este análisis, un documento que aporta datos que permitirán adaptar el curso 2020/21 a las necesidades y capacidades digitales de los alumnos universitarios, porque es prioritario disponer de información válida para que ningún estudiante se quede fuera del sistema educativo de enseñanza superior.
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El informe además ha sido elaborado por la Cátedra de brecha digital y buen uso de las TIC de la Universidad Miguel Hernández. Con participación de la Universitat de Valencia, la Universitat Politècncia de Valencia, la Universitat de Alicante y la Universitat Jaume I de Castelló.
El objetivo es fomentar actividades de investigación, análisis y divulgación sobre las diferentes brechas digitales, desde el punto de vista del acceso, las competencias digitales y el buen uso de las TIC, en el marco de las acciones del Observatorio de Brecha Digital dependiente de la Conselleria de Innovación. Un ejemplo de ello es la elaboración de este estudio.
Objetivos
El análisis realizado tiene como finalidad detectar las fortalezas y debilidades del estudiantado universitario valenciano para poder acceder a la nueva modalidad docente no presencial.
Los resultados ofrecen información actualizada y útil para la toma de decisiones estratégicas sobre la educación superior en la Comunitat Valenciana.
El estudio indaga sobre el equipamiento de hardware y software del estudiantado; el tipo y la velocidad de conexión de la que disponen; describe la experiencia y el conocimiento de las herramientas de docencia en línea; y aporta información sobre la actitud del alumnado a la docencia en línea.
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Han participado 18.295 alumnos, de los que 11.907 son mujeres y 6.388 son hombres, con una media de edad de 20 años.
La muestra representa el 18 por ciento de la población objeto del estudio, con una representatividad por universidad que oscila entre el 12 y el 30 por ciento. El error global de muestreo se sitúa por debajo del 1 por ciento.
El cuestionario, formado por 39 preguntas de respuesta cerrada, excepto la última que permite el texto libre, ha estado abierto desde el 13 de septiembre hasta el 21 de octubre de 2020 y ha indagado en cuatro aspectos: equipamiento, conexión, experiencia y actitud, además de una sección de información sociodemográfica y académica.
Otros resultados obtenidos: competencias, actitud y observaciones
Las competencias digitales presentan diferencias en cuanto a sexo y rama de conocimiento.
Concretamente, el 18,6 por ciento de la comunidad estudiantil considera que tiene una alta competencia digital. Este perfil se corresponde con un estudiante de últimos cursos de una titulación de la rama de Ingeniería y Arquitectura, preferentemente matriculado en la UPV.
Asimismo, uno de cada dos estudiantes califica su competencia digital a nivel de usuario. Esta categoría equivale a una competencia media-baja, ya que se encuentra en el segundo nivel de una escala de cinco niveles.
Los datos del estudio revelan además que la formación universitaria tiene una relación directa con el nivel de competencias digitales. A medida que se avanza de curso, el perfil de competencias básicas disminuye, a la vez que aumentan los perfiles de competencias medias y altas.
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Por otra parte, los hombres informan una mayor competencia digital que las mujeres (32,5 por ciento, frente a 11,8 por ciento). Este dato se corresponde con su autovaloración, pero no refleja el conocimiento o competencia real.
Respecto a la actitud, las opiniones sobre la docencia en línea revelan una ajustada preferencia por la presencial, aunque las ventajas de la misma son valoradas positivamente y el nivel de satisfacción con las plataformas, las clases, la evaluación y el profesorado es de 3 puntos sobre 5.
El análisis del contenido del campo libre de “observaciones” refleja, entre otros aspectos, que lo más valorado de la docencia en línea es el ahorro económico, la mejor gestión del tiempo, la compatibilidad con la vida laboral y la protección de la salud. Mientras que las desventajas son, las mayores distracciones, la reducción del rendimiento y una merma de la vida social.