Indignación

– La presión fiscal aumentó en la Comunitat Valenciana desde 2015, año en que Ximo Puig llegó a la presidencia de la Generalitat, hasta el año 2023 un 37%.

Los valencianos pagábamos en 2015, 1.926 euros en concepto de impuestos y en la actualidad, estamos pagando 2.637,8 euros de media por habitante, según los datos de la Sindicatura de Cuentas valenciana.

La deuda ha pasado durante estos ocho años de Puig y Oltra, del 44,3% al 50,1%, por lo que cada valenciano adeuda en 2023, 1.668,3 euros frente a los 945 euros que adeudábamos en 2015.

  • La pregunta que muchos nos hacemos es ¿qué ha hecho Puig con nuestro dinero?

Evidentemente, si hemos pagado más y no se han construido hospitales, juzgados, viviendas sociales y demás infraestructuras ¿dónde ha ido a parar el dinero de nuestros impuestos?

  • Esa pregunta ha quedado respondida en los últimos días. Nuestro dinero ha sido dilapidado en chiringuitos y en gastos oscuros.

Así pues, el President Carlos Mazón ha denunciado públicamente que al levantar las alfombras del gobierno del PSPV y Compromís se han descubierto procedimientos con contrataciones irregulares, falta de rigor y control en la utilización del dinero público, duplicidades en el gasto, retribuciones a directivos y trabajadores de entidades de dudosa utilidad al margen de la ley,  pagos a terceras personas sin control ni autorización y un descontrol total en el área de tesorería con pagos sin la autorización de la persona correspondiente o pagos a cuentas bancarias no identificadas debidamente.

  • Estamos ante una situación  gravísima ya que solo en 2021 se produjeron 4.000 contrataciones de personal no autorizadas por la Dirección General de Presupuestos.

El 92% del sector público no realizaba los procedimientos de contratación pública. Además, para mayor indignación, en los últimos 4 años se adjudicaron a “dedo” 253.122 contratos por una cuantía de 713 millones de euros, de los cuales 554 millones consistieron en gastos adquiridos sin tramitar expediente de contratación.

Esta nefasta gestión descubierta pone de manifiesto que el dinero de nuestros impuestos, no hay que olvidar que los valencianos somos los que más impuestos pagábamos después de Cataluña, era dilapidado por el gobierno de Puig. Este descontrol ha sido puesto de manifiesto por la Sindicatura de Cuentas y la Intervención General de la Generalitat, así como por la Dirección General de Fondos Europeos y Sector público.

El President Mazón hace bien en levantar alfombras y permitir la transparencia en el gasto de nuestro dinero, así como realizar una auditoría general de todo el sector público valenciano. Además, es necesaria la creación de comisiones de investigación y en su caso, acudir a la Justicia.

  • El gobierno de Puig y Oltra que decían venir a “salvar personas” , ya sabemos qué personas han salvado y quién se ha beneficiado de nuestros impuestos.

Los valencianos tenemos derecho a saber qué es lo que ha pasado durante estos ocho años y que se proceda con rigor y transparencia a averiguar la verdad y qué personas, con nombre y apellidos, se han beneficiado de este descontrol y mala gestión. Deben eliminarse todos los chiringuitos que no tienen actividad ni competencias útiles y por eso, a los ciudadanos nos da una gran tranquilidad que Carlos Mazón haya anunciado que se van a eliminar “ya” seis empresas “fantasma”.

  • El faso “progresismo” de los gobiernos de Puig y Oltra lo único que parece que haya hecho es hacer progresar a determinadas personas, impidiendo que se mejorara la sanidad, la educación o los servicios sociales.

No hay que olvidar que las listas de esperas sanitarias rozan los 820.000 pacientes y el tiempo medio de espera supera los 110 días , según los datos a 30 de junio de 2023 publicados por el Ministerio de Sanidad. Además, los pacientes pendientes de cirugía aumentaron más de un 9% con respecto a 2022.

Nuestro dinero debe emplearse con control y con transparencia y servir para mejorar nuestra sociedad, y si no es así, denunciarlo públicamente y abrir las ventanas y puertas para que se oxigene la Administración, y en su caso, permitir que se investigue, tanto administrativamente como judicialmente. Estoy convencido que muchos valencianos estamos indignados con los informes de la Sindicatura y de la Intervención, porque la mala gestión y el descontrol en el uso de nuestros impuestos no lo podemos tolerar, venga de quien venga o la haga quien la haga.