Los trenes de cercanías de Valencia siguen saturados y con problemas de retrasos y anulaciones

Mientras se restringe la movilidad para asegurar el distanciamiento social, los trenes de Cercanías sigue en horas punta saturados de viajeros.

 

Los problemas de retrasos y anulaciones han vuelto a Renfe Cercanías Valencia

Los problemas se acumulan en un núcleo de cercanías que tiene continuos problemas que lejos de cesar se agudizan cada vez más. A los clásicos problemas del material rodante se acumulan las incidencias en los propios trenes. Acumulando retrasos continuados y sobre todo cancelaciones de trenes. Ya antes de la pandemia, el núcleo de Renfe Cercanías Valencia era uno  de los que acumulaba más retrasos y más cancelaciones de España.

Tras el confinamiento los problemas volvieron a  pesar de las promesas. Los anuncios de planes de inversión se han repetido en los últimos años, pero se han quedado únicamente en anuncios y no se han concretado en actuaciones reales.

Los trenes que se utilizan una y otra vez

En el andén de la Estación del Norte aguardan los pasajeros de un tren que sale en 10 minutos. Vía 4 indica el panel luminoso, pero el tren aún no ha llegado. Cuando llega a falta de 5 minutos para su salida, llega cargado de viajeros. Así, unos y otros se cruzan en el andén, sin distanciamiento alguno dada la masificación.

Los pasajeros del tren que llega con casi 15 minutos de retraso se cruzan bajando del tren con los que aguardan para subir. Ningún operario limpia nada porque directamente no hay tiempo. El maquinista cambia de cabina y en lo que tarda en cruzar el tren éste se ha llenado de nuevo.

El tren parte de nuevo desde la Estación del Norte abarrotado como siempre en hora punta. En el andén se han cruzado cintos de viajeros que llegaron a Valencia con los cientos del mismo tren que van a un nuevo destino fuera de la Ciudad

Las autoridades miran hacia otro lado

Las autoridades no quieren saber, sus coches oficiales les alejan de la realidad del pueblo llano. Ese que abandonaron para siempre utilizar un coche oficial y un chofer. Los problemas de los mortales parecen quedar muy alejados de una casta política que poco utilizan las cercanías y el transporte público.

La propia Consellera de Sanitat preguntada por este problema alegó que no era de su competencia.  Así nos va, seguimos con trenes llenos y con un transporte público ineficaz, caro y con grandes deficiencias, que en época de pandemia se ponen más de manifiesto.