Estos últimos meses que se han visto chapuzas legislativas, como la ley del «sólo sí es sí» que sigue sin reformarse también hay que habalr de chapuzas en territorio valenciano.
La Renta Valenciana de inclusión también tiene su propia chapuza legislativa, que a pesar de haberse detectado ya hace más de un año nadie ha cambiado para subsanar el error.
La ley valenciana habla de que se concederá la ayuda hasta la jubilación «a los 65 años». El problema es que hoy la edad de jubilación ha subido hasta los 67 años, por lo que las personas que lleguen a los 65 años dejan de cobrar esta prestación para «pasar a cobrar la jubilación, contributiva o no«. El problema es que actualmente hasta los 67 años no se está en edad de jubilarse. Por lo que los afectados están dos años sin recibir esta paga social.
«Las personas dentre 65 y 67 años no pueden cobrar esta ayuda social de la Generalitat Valenciana».
Así, únicamente tienen derecho a cobrar el Ingreso Mínimo Vital que se estima en menos de 500€ al mes, con lo que condenan a la indigencia a personas entre 65 y 67 años.
Dentro de las filas socialistas ya se ha advertido de este error garrafal, pero nadie ni el el grupo parlamentario, ni en el Consell han querido señalar el problema. parece que no quieren cabrear a su socio de gobierno, Compromís, que advertido mira hacia otra parte.
«El govern de les persones que abandona a los mayores de entre 65 y 67 años»
Una cruda realidad que nadie ha querido corregir y que empieza a tener sus consecuencias en personas reales que se quedan sin la ayuda de la Generalitat Valenciana al cumplir los 65 años y no pueden pedir la jubilación no contributiva hasta la edad de 67 años.
Otra de las posibilidades que se están dando es en persoans que sí han cotizado, por lo que se ven obligadas a adelantar su jubilación a los 65 años para seguir comiendo todos los días, perdiendo un 16% de su paga por ello. Todo gracias al Consell de Chimo Puig y Aitana Mas.
