Fernando de Rosa :”Altos vuelos”

Fernando de Rosa :”Altos vuelos”

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la expresión “de altos vuelos” es una locución adjetiva que se utiliza para referirse a alguien o algo “importante o que pretende serlo”. Sin lugar a dudas, el presidente del Gobierno siempre se ha considerado de gran importancia, un estadista de “altos vuelos”.

De hecho, sus terminales informativas, por impulso de la fontanería monclovita del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, heredero en estos menesteres de Iván Redondo, a eso se dedican. Siempre se quiere transmitir la imagen de que el presidente del Gobierno es un gran gobernante. Sin embargo, la realidad desmiente a la propaganda. En realidad, los altos vuelos de Pedro Sánchez son los que una y otra vez realiza a bordo del helicóptero Super Puma y del avión Falcon, para acudir a actos de partido o particulares.

  • Obviamente, estas actuaciones no son las propias de un servidor público, sino de alguien que se utiliza lo público para su bien particular y provecho propio.

Recientemente, y en un intervalo de cinco días, Pedro Sánchez ha hecho uso del Falcon para acudir al XVI Congreso del Partido Socialista de la Región de Murcia, así como para estar presente en la clausura del XIV Congreso del partido en la Comunidad Autónoma de Galicia. Por cierto, fue elegida como presidenta del mismo, Carmen Silva, condenada por sentencia del Tribunal Supremo por un escándalo de corrupción. Es realmente triste que el Partido Socialista quiera dar lecciones en este tema, cuando el presidente del Gobierno acude en el Falcon presidencial, pagado por todos los españoles, para aplaudir a quien ha sido condenada por ese delito.

Sin embargo, éstas no son las únicas actuaciones en las que Pedro Sánchez patrimonializa como propio los medios de transporte que le corresponden como presidente del Gobierno.  No hay que olvidar la utilización para acudir en su día a un concierto en Benicàssim o para asistir a la boda de su cuñado, que implicó la movilización de hasta un total de cincuenta agentes de seguridad.

  • Esta es la “democracia” excluyente del independentismo.

Esos “altos vuelos” de Pedro Sánchez, cada vez más le alejan de la realidad en la que están inmersos los ciudadanos, dándoles la espalda. Así, el Gobierno mira hacia otro lado cuando en Cataluña se produce un escandaloso señalamiento público al niño cuya familia ha solicitado que se respete la legalidad y se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo que reconoce el derecho a recibir, al menos en un 25%, la enseñanza en español.

A la familia del municipio de Canet se la ha puesto en el punto de mira por parte del independentismo supremacista que ha instado a apedrear su casa. Estas prácticas son comunes de los socios de Sánchez que campan a sus anchas, mientras crece la violencia en Cataluña y no se respetan los derechos y libertades.

  • Por otro lado, y mientras la incidencia acumulada de la covid-19 sigue subiendo y se expande la nueva variante ómicron.

Pedro Sánchez, sin tener los pies en el suelo, se niega a aprobar una ley de pandemias que permita unificar criterios, por ejemplo, de cara a la vacunación de los rezagados o la implementación de las dosis de refuerzo. Con la inactividad e ineptitud del Gobierno se está generando que, ante situaciones pandémicas iguales, en cada Comunidad Autónoma se estén adoptando medidas diferentes.

El sanchismo nos condena, como el año pasado, a que haya diecisiete Navidades diferentes. Todavía recordamos las palabras de Pedro Sánchez lanzando las campanas al vuelo al término del primer confinamiento, afirmando que habíamos vencido al virus. A día de hoy, seguimos afectados por la pandemia y el Gobierno es incapaz de ofrecer a los ciudadanos medidas que ofrezcan tranquilidad, y, sobre todo, que no impliquen volver a penalizar a sectores tan importantes para nuestra economía como el turismo y la hostelería.

  • La presidencia de Sánchez, realmente de cortos vuelos, le han conducido a buscar, dentro y fuera de nuestras fronteras, aliados equivocados.

En el ámbito interno, a los comunistas, los batasunos e independentistas; en el internacional, a los populistas de izquierda. Es preciso trabajar por reforzar la democracia, el Estado de Derecho, la economía de mercado, así como el Estado del bienestar y seguridad.

Así ha puesto de manifiesto Pablo Casado, en su gira por el Cono Sur. Es necesaria una alianza que respete la separación de poderes, y se lleve a cabo dentro y fuera de España, dejando atrás el lastre generado por la agenda equivocada de los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez. Si nos liberamos de ese peso, España podrá levantar el vuelo con las alas de la libertad.