Federico Bisquert «A Río revuelto… ganancia de pescadores, la deuda se dispara al doble del PIB»

Federico Bisquert «A Río revuelto… ganancia de pescadores, la deuda se dispara al doble del PIB»

Mientras se ha montado de cara al ciudadano, españolito de “a pie”, todo este circo mediático de las mociones de censura en las distintas áreas del territorio nacional, como Murcia, Madrid o Castilla León…

Despistando realmente a todo individuo, lo cierto es que vamos ya a dejarnos de restregar la  “corrupción”, ya que desgraciadamente siempre es inherente al poder, al igual que lo es, el nepotismo,  tanto PSOE y los EREs como PP y sus chanchullos, ninguno puede tirar la primera piedra por estar limpio de pecado, ésta apoteósica jugada pretendida desde el Ejecutivo no era otra que el control de esos fondos europeos venideros, pero bueno hay que despistar y,  despistan y,  sin embargo,  nuestra Deuda Externa Bruta ha crecido ya hasta los 115.000 millones de euros, sumando en el cuarto trimestre de 2020 2,23 billones de euros lo que supone ni más ni menos que el 200% del PIB, según los datos publicados ayer por el Banco de España.

En términos del Producto Interior Bruto, la crisis pandémica-financiera ha supuesto un incremento de 30 puntos básicos sobre el PIB del cuarto trimestre de 2019, cuyo parámetro de Deuda Externa Bruta, por aquel entonces, era el 170% del PIB. Estos 30 puntos no solamente están afectados por el incremento del volumen adeudado, sino que están afectados íntegramente por la reducción del PIB de 2020, que según refleja nuestra Contabilidad Nacional descendió un 11%.

Por otro lado, debemos tener en cuenta que, en periodos trimestrales, el cuarto trimestre generó un aumento de 23.000 millones de euros en términos de volumen, lo que supuso siete puntos en relación con el PIB, pues el endeudamiento bruto alcanzó el 193% de la Economía española. Por sectores, con exclusión del Banco de España y la categoría de inversión directa, destacan las instituciones financieras monetarias, cuya deuda se contrajo en 20.000 millones de euros comparándola con el anterior trimestre. Las Administraciones Públicas también bajaron ligeramente su deuda respecto al tercer trimestre, la de otros sectores se mantuvo.

En términos netos, la inversión internacional neta de España aumentó su inversión y consecuentemente su saldo deudor en el cuarto trimestre de 2020, alcanzando el 84,4% del PIB, lo que supuso 945.700 millones de euros, frente al 78,9% del trimestre anterior que quedó en 904.900 millones de euros y al 74,4% del cuarto trimestre del anterior ejercicio 2019, previo a la pandemia, donde la inversión fue de 926.100 millones de euros.

El Banco de España dio a conocer la balanza por cuenta corriente, donde se registra un superávit de 7.400 millones de euros respecto al pasado ejercicio, esto supone un descenso del 72% respecto a los 26.600 millones de euros del año 2019, esta caída evidentemente se debe al descenso en más del 50% del superávit de la balanza de bienes y servicios, concretamente al desplome del superávit del sector turístico, que pasó de generar un superávit de 46.300 millones en 2019 a los 8.500 millones el pasado, una caída del 81,6%.

Es muy significativo el aumento del ahorro, los depósitos de hogares y empresas residentes en España alcanzaron los 1,1 billones de euros en febrero, lo que supone un aumento del 9,16% sobre el mismo mes de 2020, debido al mayor ahorro consecuente de la pandemia, vamos que los depósitos de los familias y hogares llevan seis meses de crecimiento en sus ahorros y las empresas no financieras se redujeron sus ahorros en febrero por segundo mes. En posiciones claras y concretas, los depósitos de las familias alcanzaron crecieron ligeramente un 0,17% en el mes, hasta 919.100 millones de euros, y supone un contundente 7,9% más que en febrero de 2020.

España, siendo una de las grandes economías de la Eurozona, ésta pagando un mayor coste cada vez que se nos imponen más medidas de contención, según se recoge en último estudio del BCE, desde el pasado verano, las autoridades, empresas y hogares “han aprendido cómo responder mejor a medidas de contención más específicas para aliviar su impacto económico” y es que no todos se han adaptado igual. El impacto del Covid-19 y las medidas de restricción para contenerlo han afectado de distinto modo a los Estados miembros o sectores económicos.

De hecho, según en el BCE registra las mayores caídas de actividad en Italia y España, debido en parte a la composición de su economía. El BCE describe a la economía española como la más elástica. Es decir, fue la más sensible a cada nuevo repunte de la pandemia y las medidas de contención.

“El proceso de aprendizaje se fortaleció aún más en el cuarto trimestre, ya que las elasticidades cayeron bruscamente en medio de un renovado endurecimiento de las medidas, que alivió la contracción económica,” indica el BCE, sin embargo, en nuestro caso, la elevada elasticidad sugiere que no nos adaptamos igual de bien que otras economías al virus, en parte por nuestro modelo económico.

Si bien los niveles de contención fueron en gran medida comparables, según el BCE, las pérdidas económicas menores en Alemania y Holanda implican elasticidades estimadas relativamente pequeñas, y por lo tanto más aprendizaje, “mientras que las pérdidas más altas en España implicaron elasticidades más altas”.

Por sectores, el impacto más contundente, y la posibilidad de adaptarse bastante inferior, en aquellas empresas donde el teletrabajo no es posible, o donde existe un contacto más directo con el público. Los servicios de ocio y recreo se llevarán la peor parte, con una caída del 10% de actividad para mediados de este año en comparación con los niveles previos a la pandemia.

El tejido industrial es el que mejor se ha adaptado ya desde finales del 2020, y se confía en que pueda superarse este trimestre en un 1% el nivel de actividad previo a la pandemia. El BCE señala que “aún existe una gran incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, las medidas de contención y los efectos económicos asociados”.

Por eso, queda acogerse a medidas de confinamiento teledirigidas y a la adaptación de empresas y ciudadanos para limitar y reducir los costes económicos. BCE acaba apostillando “es probable que persista la gran divergencia en el impacto económico de las medidas de contención”.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró ayer, por fin, que el Ejecutivo enviará a la Unión Europea (UE) “en dos semanas” y “mucho antes del límite establecido” su plan para consolidar la llegada de los Fondos Europeos de ayuda europeos por la crisis pandémica. María Jesús Montero aseguró que el Gobierno está en permanente negociación con Bruselas y que su objetivo es acelerar al máximo los plazos para que el dinero europeo nos llegue cuanto antes. Y apostilló que “Estamos cambiando la rueda con el coche en marcha. Es muy importante que lleguen cuando más se necesitan”.

Respecto a los Fondos Europeos, la ministra Montero afirmó que no están condicionados por la UE, de tal modo que Bruselas no está pidiendo nuevas cuestiones que tenga que acometer el Ejecutivo español, pero si expresó que existe una imperiosa necesidad de realizar cambios para lograr el marco adecuado, con reformas como la del mercado laboral, de las pensiones o de la reforma fiscal.

En este sentido, la ministra también destacó la “oportunidad que significa este cambio de rumbo que pide Europa”. Lo cierto es que la trasferencia de estos Fondos por parte de la Comisión Europea todavía aún tardará unos meses en comenzar, y los Estados miembros todavía tienen que elaborar sus planteamientos.

Pues bien en medio de todo este circo mediático, nos aparece el escándalo generado sobre el rescate de 53 millones de euros de la aerolínea Plus Ultra vinculada a Maduro o lo que sea, de hecho,  amenaza las ayudas que actualmente está analizando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) por el temor de las consultoras y los distintos organismos a respaldar con su firma una operación que pueda ser denunciada, un aerolínea con un solo avión. Desconcertante y absurdo.

Federico Bisquert Lafuente
Economista