Adolfo Tena: Una calle para Celaá

Adolfo Tena: Una calle para Celaá

A quien pueda interesar. Pido una calle para la señora Celaá, no por méritos educativos, que ya se verán o no. Sino para que no caiga en el olvido como tantos otros que promulgaron sus leyes y ante el siguiente cambio de gobierno, cayeron en el anonimato.

Desde la “contrarreforma educativa” impulsada por el gobierno de Gil Robles (durante la segunda república), que aguantó hasta casi el final de la guerra civil (si, señores! Durante la guerra este santo País tuvo los “…” de cambiar la ley de la educación), vamos pegando tumbos con una ley, que cada gobernante decide cambiar a su gusto y modo. Cierto es que no me remonto muchos más atrás, donde hubieron mil y un arreglos en la educación… , bueno en las doctrinas y no adoctrinamiento que es lo que realmente parece que quieren conseguir.

En el año 70 se consiguió una gran reforma de la educación (cierto que en esos años la oposición aunque visible era nula o estaba exiliada), y hasta bien entrado el 78 no se acometieron ciertos cambios que hasta el día de hoy ser recuerdan.

Poco después ya saben… Loece, Lode, Logse, Loce, Loe, Lomce… y Celaá… no le quitemos el mérito del cambio de nombre, con tantas siglas ya nos perdemos, como los alumnos que no saben ya si estudiar o “dejarse una” para pasar.

También hay que ensalzar la imagen de su señoría al conseguir que gran parte de los diputados (con lo que una ha sido) exclamen el grito “LIBERTAD” en el congreso, dándole cierto aire “tricolor” a este país, pero al revés.

Y esta es nuestra España. Unos se rasgan las vestiduras por sus privilegios, otros conceden por sus intereses y al final dentro de 4 u 8 años volveremos a ver un cambio de ley de educación… la “Libertad” la gritaran los otros (a los que les toca por historia) y los otros cederán ante ciertos poderes divinos o humanos… pero al final, más de lo mismo. Otro montón de años perdidos sin un gran pacto por la enseñanza.

Al fin y al cabo, lo que nuestros hijos e hijas aprenden en la escuela, son los pilares de su futuro, pero no olvidemos que lo que les debemos enseñar en nuestras casas son los pilares del nuestro… así que no seamos ni “Werts” ni “Celaás” y seamos capaces de educar a personas.

Ahora que lo pienso… Mejor una rotonda que una calle, ¿no?…Todo acaba dando la vuelta.

Adolfo Tena

«Tecla a Tecla»

 

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