8.700 artículos en Valencia News pese a quién le pese

Cuando un servidor comenzó su andadura como comunicador en 2020 nadie esperaba nada de mí, pero casi tres años después puedo presumir de ser éste el artículo 8728 que escribo con mi nombre en Valencia News.

Actualmente tengo más de 60 intervenciones en la televisión nacional a través de DistritoTV, y alguna que otra participación en alguna otra televisión digital. Un mundo que me apasiona y que respeto profundamente. Un mundo difícil y complicado, en este artículo quiero que comprendan la dura tarea diaria de un redactor/comunicador.

Lo que ha de soportar un trabajador por hacer su trabajo

En estos tres años mucho ha cambiado, y la digitalización ha hecho que las vías de comunicación cambien y sobre todo lo que hoy es noticia mañana deje de serlo. A mi teléfono llegan cada día cientos de WhatsApps, incluso la Generalitat Valenciana tiene grupos de WhatsApps y de telegram de las distintas Consellerías. No ha de extrañar en mi teléfono ver los logos del PP, PSPV, incluso de Vox, todos tienen grupos de difusión de noticias a comunicadlores vía WhatsApp o telegram. Ahora en campaña no es difícil que te envien una crónica de un mitin a las dos o tres de la madrugada al teléfono móvil. A parte los correos corporativos y las llamadas de teléfono.

Lo que sí he notado además es el resquemor, el nerviosismo y la fatal de respeto y educación. Una tónica dominante en la mayoría de nuestros políticos. No es de extrañar que en sus redes sociales algunos individuos e individuas que ostentan tareas de gobierno se permitan insultarme por ejercer mi trabajo. Unas normas son básicas, no mentir ni meterse en temas personales de cada uno.

Uno ha de enfundarse desgraciadamente la capa de «cabronazo» para poder hacer su trabajo, porque de lo contrario, acabaría con una melopea mental considerable. Muchas críticas, insultos, incluso amenazas. He escuchado en tres años casi de todo y de todo me ha pasado. Hasta que me quiten el micrófono en el Palau de la Generalitat Valenciana a mitad de pregunta e intenten tirarme de la silla para no realizar la pregunta incómoda de turno. Hay que enfundarse una capa dura para no acabar cazando moscas y tomárselo con filosofía, como decía Kant, de lo contrario uno siempre estaría enfadado. Pero uno tiene su corazoncito y se cansa de ese trato vejatorio y estresante continuo en las instituciones.

Realidades incómodas que descubres cada día

Lo que más me ha dolido en estos tres años es la actitud de cierto ex-dirigente socialista, concretamente de Vicent Soler, ex-conseller de hacienda, al que he defendido en su labor de defensa de una nueva financiación. Un amigo socialista me invitó a la presentación de su libro en la «Casa del Pueblo» del PSPV de Benimaclet. A su llegada Vicent Soler pidió a la presidenta, amiga mía y de él que intentase me fuera de allí, porque no «podría hablar con total libertad». Nunca podré entender cómo alguien que se las da de amigo pone en esa tesitura a sus amigos y compañeros de partido, a la presidenta del PSOE de Benimaclet, una señora que se viste por los pies y a su amigo que presentaba el libro. Accedía  a quedarme al final y cuando el susodicho salió a hablar me salí a la calle «de la casa del pueblo» que el propio Soler había reducido a la «casa de unos pocos». Me dolió por mis amigos que me habían invitado a los que puso en una situación incómoda y por los comentarios del ex-conseller hacia mi persona, indignos de alguien a quien respetaba hasta entonces.

«Quien no me respeta, no merece mi respeto».

Tres años después y con una coraza de hierro, todavía he de aprender a que los insultos y vejaciones no me afecten, escribo y escribo, les gustará más o menos, pero trato de contar lo que otros no cuentan. Hasta Ribó me ha calificado de Fake News, pero nunca pudo demostrar sus palabras. Eso sí en esta era de noticias falsas y manipuladas, ojo con las que salen de organismos públicos de manera interesada.

Esta profesión es de riesgo, me apasiona, y la respeto, y seguiré mientras me dejen ejerciendo de comunicador. Porque sé que molesto a mucha gente. Soy consciente de que muchos me odian, la única que finalmente lo reconoció es Ana Barceló, ex-consellera de Sanitat y actual candidata del PSPV a la alcaldía de Alicante.

Pero me he encontrado gente maravillosa, he de decir que en todos los partidos, eso sí, no suelen estar arriba. También muchas decepciones, pero seguiremos adelante, no hay otra. Por Valencia, vivo y moriré, porque soy un idealista que cree en una sociedad mejor donde el respeto y la educación vuelvan a nuestras vidas. Donde todos quepamos en paz y concordia. Las elecciones pasarán y esperemos que el agua vuelva a su cauce.

Lo más gratificante es cuando un colectivo sientes que le has dado voz y le han podido ayudar a solucionar sus problemas, eso te hace ver que sí que sirves para cambiar la sociedad y te hace conciliar el sueño por las noches y sentirte mejor.

Vicente M. Bellvís