Un día grande en el Palau de la Música con Vladimir Jurowski y Jan Lisiecki

Como bien se afirmaba en las notas al programa de mano, el pasado martes, última jornada del mes de octubre, fue un día grande en el Palau de la Música. El auditorio valenciano recibió la visita de un orquestón, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Berlín, tutelada por una gran batuta, el ruso Vladimir Jurowski, y un pianista espectacular, el canadiense Jan Lisiecki.

Ya en la partitura que abrió el menú, la más breve de las tres, -siguiendo la tradición de los recitales musicales desde los tiempos de Beethoven- el Scherzo fantástico, Opus 25, de Josef Suk, pudimos apreciar la excelsa calidad de la agrupación musical teutona.

Es esta una obra bien elaborada, con dos temas que se contraponen: uno, en los instrumentos de viento, saltarín y rítmicamente incisivo; el otro, melódico, en los instrumentos de cuerda, particularmente en los violonchelos, una influencia indudable de Johannes Brahms.

  • ¡Cómo cantaban los violonchelos la cantilena haciendo vibrar el cantino!.

Muy buenos los picados de los instrumentos de viento-madera. En general, la visión definida por el director de orquesta fue trepidante y contrastada desde el punto de vista dinámico.

El concierto nº 2 en Sol Mayor para piano y orquesta de Prokófiev sirvió para deleitarnos con admiración ante las facultades artísticas de este magno pianista, Jan Lisiecki, quien, -cuando frisaba los quince años-, ya se convirtió en artista exclusivo del prestigio sello germano Deustche Grammophon.

El teclista canadiense ataca con mucho brío el piano, cabalgando sobre las octavas, martellato, recordándonos a Liszt, con talante romántico y tardorromántico. Los pedales los usa con generosidad, -a diferencia de la escuela rusa de piano, muy económica, dosificada-, de manera que, en ocasiones, libera los armónicos. La interpretación fue verdaderamente endiablada, difícilmente superable, buscando la amargura de la partitura, pero sin perder el brillo enrabietado.

  • Tras el descanso, la Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin nos ofreció una versión memorable de la Tercera Sinfonía de Rachmáninov.

Los distintos atriles alcanzaron la genialidad; entre ellos, el oboísta español nacido en la misma localidad turolense que el cineasta Luís Buñuel, Calanda, formado en el Conservatorio de Castellón de La Plana: Mariano Esteban Barco; o bien, el cornista Thomas Herzog, quien alzaba el corno inglés al aire para aumentar el caudal sonoro con sus dulces pinceladas motívicas.

El ruso Vladimir Jurowski nos ofreció una versión muy agitada, vigorosa, de esta Sinfonía escrita en el tono de La Menor, buscando el contraste tímbrico y temático.

FICHA TÉCNICA:

  • Lugar y fecha: Palau de la Música, Sala Iturbi, martes, 31 de octubre, 19’30 horas.
  • Programa: Obras de Josef Suk (Scherzo fantástico, Opus 25), Serguéi Prokófiev (Concierto para piano y orquesta nº 2 en Sol Mayor, Opus 16) y Serguéi Rachmáninov (Sinfonía nº 3 en La Menor, Opus 44).
  • Intérpretes: Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin; Jan Lisiecki, piano.
  • Director: Vladimir Jurowski.

Francisco Bueno Camejo