Escolios para el combate, la última obra de Javier Barraycoa

Escolios para el combate, la última obra de Javier Barraycoa

  • En este volumen se presentan los mejores artículos periodísticos de estos últimos años de Javier Barraycoa.

Estos artículos recuerdan en muchos aspectos a los del maestro de periodistas Julio Camba (1884-1962). Y es que, en efecto, Javier Barraycoa, como él, parte de la actualidad y la trasciende, elevándose por encima de las notas de caducidad que hacen de las noticias información caducable y pronto desechable.

Por eso estos artículos no pasarán de moda. Sus referencias a principios inmutables los hace tan actuales como cuando se publicaron por vez primera.

Vivimos inmersos en una guerra del mal contra el bien, que además es total, en la que todos los grandes medios de comunicación se han puesto a favor del mal.

Y no hace falta conocimientos elevados de estrategia militar para saber que cuando el enemigo pretende controlar un núcleo vital, como es la información, hay que desalojarle del mismo.

Para bien o para mal los medios de comunicación llegan hoy a todas partes, y van filtrando su veneno incluso en las familias que con mayor integridad han mantenido la defensa de la fe y la ortodoxia de los principios.

Por eso son tan de agradecer los guerreros que se aprestan a hacer frente al enemigo desde su propia trinchera, la de los medios de comunicación.

  • Un ejemplo magnifico de ello es Javier Barraycoa Martínez.

En este volumen recogemos los artículos más destacados de estos tres últimos años (con la excepción de uno anterior, del año 2016).

En ellos al hilo de la actualidad no duda en «enganchar» las cosas desde arriba, desde los principios, sacando de cada nota de actualidad una moraleja perdurable… y en ocasiones procede al revés: nos trae un episodio histórico para recordar que la historia, en ocasiones, se repite. Y que aquellos hechos aciagos del pasado que creíamos no volverían han vuelto. Y es que si se dan las mismas circunstancias de pérdida de principios y de primicia del egoísmo, el desinterés y la falta de apasionamiento en defensa de la verdad -cuando no directamente la falta de defensa de la verdad- es más que probable que todo vuelva a suceder.

Ojalá estos artículos sirvan para que, en efecto, si vuelven nuestros viejos fantasmas vuelva la sana y valiente reacción contrarrevolucionaria que un día fue capaz de derrotar a los perversos.

El autor

Javier Barraycoa Martínez (Barcelona, 17 de octubre de 1963) es doctor en Filosofía. Actualmente el profesor de la Universidad Abad Oliba. Autor de numerosos libros y articulista destacado en marios medios de comunicación, es antes de cualquier cosa ejemplo de contrarrevolucionario integral, pues auna reflexión y acción.

Pertenece a la Escuela Tomista de Barcelona, que aglutina a un grupo de discípulos del que fuera Catedrático de Metafísica de la Universidad de Barcelona, el Dr. Francisco Canals Vidal.

Es fundador, y actual Presidente, de Somatemps. Entre sus obras destacan:

  • Eso no estaba en mi libro de historia de Cataluña.
  • La constitución incumplida.
  • Los (des)controlados de Companys.
  • Todos con coleta.
  • Doble abdicación.
  • El último catalán: la azarosa vida de un payés que buscaba su alma en la República Islamodependiente de Cataluña y no la encontró.
  • Cataluña hispana: historias sorprendentes de la españolidad de Cataluña y el fraude del nacionalismo.
  • Historias ocultadas del nacionalismo catalán.
  • Fundamentos sociológicos de la corrección política.
  • Los mitos actuales al descubierto.
  • Tiempo muerto: tribalismo, civilización y neotribalismo en la construcción cultural del tiempo.
  • Tradicionalismo y espiritualidad en Antonio Gaudí. San Sebastián de los Reyes (Madrid)
  • Sobre el poder en la modernidad y la posmodernidad.
  • El trabajador inútil: reinventando el proletariado.
  • La ruptura demográfica: un análisis de los cambios demográficos.
  • Poder de Dios, poder del Estado: el protestantismo en la génesis de la modernidad política.
  • Eso no estaba en mi libro de historia del Carlismo.