Los vecinos de Zaidía advierten de que cada fin de semana de madrugada el botellón y la fiesta les impiden dormir

Los vecinos de Zaidía, de nuevo advierten de la imposibilidad de conciliar el sueño en el barrio. Así comoa seguranq ue las patrullas de la Policía Local de Valencia están desaparecidas, con lo que la juerga, el botellón y la fiesta en la madrugada impiden poder dormir.

En sus redes sociales la plataforma vecinal ha compartido este video de una vecina hecho a las dos de la madrugada para ver cómo es imposible conciliar el sueño.

¿Y la Policía Local?

Los focos de los problemas están más que detectados e identificados por la propia Policía Local, pero la escasez de agentes es tal que a veces un distrito por la noche se queda con sólo dos patrullas, con lo que es imposible atender a las múltiples incidencias. Todo ello a pesar del relato de «felicidad» que vende el concejal de seguridad, el socialista Aarón Cano, que cuando no es negacionista de los problemas, crea cortinas de humo o manipula los datos para «vender las bondades de su gestión«.

La realidad es que no hay agentes suficientes para atender las múltiples incidencias que se producen en la tercera capitald el Estado. Todo ello debido a la total falta de previsión que ha hecho menguar la plantilla cada vez más.

Esto se suma que ya hay casi 400 agentes en «segunda actividad» o sea que no patrullan las calles ni atienden incidencias. Si no que se dedican a tareas administrativas o de cuidados de edificios. Así, la Ciudad es cada vez más insegura e invivible para los vecinos.

Los vecinos los grandes olvidados pro Ribó y Sandra Gómez

El verdadero problema y la tragedia es que los vecinos son nuevamente los grandes perjudicados por un consistorio municipal que parece no querer escucharles. Incluso muchos de ellos como en PenyaRoja tuvieron que acudir a los tribunales para batallar contra el Consistorio Municipal. Los vecinos de la Plaza de Honduras y Ciutat Jardi, hartos del botellón ya se plantean medidas judiciales contra el Ayuntamiento para garantizar su descanso.

Un gobierno el de Ribó y Sandra Gómez que ha pasado de ser el «govern de els persones al Govern contra les persones«. Lejos quedaron los sloganes electorales y promesas todas incumplidas. Ahora se espera un otoño e invierno duro lleno de protestas y reivindicaciones vecinales ante la total inacción de Ribó y Sandra Gómez.