Los vecinos de La Isla y Ciutat Jardí plantados por Sandra Gómez

Las asociaciones vecinales reclaman un nuevo centro de salud que descongestione la sobresaturación de CS Serrería II y mejore la atención primaria en la zona

Hace ahora un año, las asociaciones vecinales de La Isla y Ciudad Jardín plantearon, tanto a la Conselleria de Sanidad como a la Concejalía de Urbanismo, la necesidad de construir un centro de salud en la parcela de la calle Serpis: un espacio de 4.000 metros cuadrados reservado para uso sanitario-asistencial.

Después de varias informaciones contradictorias que hacen pensar que el Ayuntamiento podría haber decidido reducir a menos de la mitad la superficie destinada para tal fin, las asociaciones afectadas solicitaron una reunión con la concejala de Urbanismo, Sandra Gómez. Después de varios meses esperando esta reunión para clarificar la información contradictoria en relación con la superficie y cesión a Conselleria de Sanitat del solar destinado a la construcción del nuevo Centro de Salud, Sandra Gómez ha querido delegar en otros la responsabilidad que como concejala le compete, dejando plantadas a las asociaciones vecinales. 

La propuesta de 4.000 metros cuadrados se planteó como única fórmula viable para descongestionar la sobresaturación que padece el Centro de Salud Serrería II. El de mayor extensión territorial, hasta el límite con Alboraya, y con mayor cantidad de población asignada de todo el Departamento de Salud, alcanzando los 36.414 habitantes.

La propuesta del Ajuntament de Valencia tiene poco que ver con lo acordado entre las AA.VV. y el Ajuntament

Ambas administraciones habían acogido favorablemente el planteamiento. Pero la propuesta que parece que llega ahora desde el Ayuntamiento de Valencia, en concreto desde el Área de Urbanismo poco tiene que ver con lo acordado en aquel momento. La superficie ofertada por la concejalía se limita a 1.450 metros cuadrados, condicionando el Plan Funcional elaborado para el nuevo centro, puesto que es totalmente insuficiente. Sirva como ejemplo, el Centro de Salud Tres Forques, que cuenta con 3.385 metros cuadrados para una población atendida de 16.000 habitantes.

Por todos estos motivos, las asociaciones vecinales reclamaron ser escuchadas e informadas por Sandra Gómez en primera persona por ser la responsable de Urbanismo el gobierno municipal. Petición que lamentablemente aún no ha querido atender. 

Participación «virtual» y propuesta insuficiente 

Desde las asociaciones de La Isla y Ciudad Jardín se reclama por tanto una participación real y efectiva. Frente a la participación «virtual» que plantea la concejala de Desarrollo Urbano y vicealcaldesa, Sandra Gómez.

Después de varias solicitudes de entrevista y de esperar durante meses a ser recibidas, ha sido en primer lugar a través de las redes sociales y la prensa como las asociaciones vecinales han conocido la información por parte de Sandra Gómez sobre la cesión del terreno a la Conselleria de Sanidad. Dando por hecho que se ha satisfecho la demanda de la ciudadanía. Ahora, tras la solicitud de reunión, la propia vicealcaldesa a desechado personarse ante los vecinos y vecinas. 

Algo no cuadra entre lo que dice Sanitat y lo que afirma Sandra Gómez

Llama la atención la contradicción existente entre las declaraciones de Sandra Gómez, donde habla de la expropiación de la totalidad de la parcela, y la información recibida desde la Conselleria este mismo mes para la que la oferta sigue siendo únicamente los 1.450 metros cuadrados ya expropiados. 

Por todo ello, desde las asociaciones vecinales se espera que la concejala de Urbanismo ofrezca información exacta de la fase en que se encuentra el proceso y el calendario previsto hasta hacer efectiva la cesión del solar. Asimismo, se insiste en la petición de que se escuchen los argumentos del movimiento vecinal. Basados en el estudio y conocimiento de la Zona Básica de Salud Serrería II.

La sobresaturación del centro es insostenible y es urgente la construcción del segundo centro de salud para mejorar la atención, la accesibilidad y aliviar la demora. Responder a la solicitud de reunión no sólo era necesario. Es un imperativo para hacer efectiva la participación democrática que, como principio, regula la actividad municipal.