El Ayuntamiento de Valencia embarga la renta valenciana de inclusión a personas que deben algún recibo

El Ayuntamiento de Valencia embarga la renta valenciana de inclusión a personas que deben algún recibo

El caos y el sinsentido total de los servicio sociales municipales del Ayuntamiento de Valencia hace que embargue la renta valenciana de inclusión que se supone es inembargable. Las personas que están cobrando esta ayuda de emergencia son personas que lo necesitan especialmente para pode vivir. El Ayuntamiento remite a los bancos donde se cobran estas ayudas embargos por las mismas cuando hay recibos pendientes municipales.

Los usuarios se quedan sin poder disponer del dinero de emergencia y el Ayuntamiento no les da mayor solución. Algunos casos superan los dos años de espera para poder ser solucionados estos asuntos.

Desde servicios sociales fuentes consultadas por este diario reconocen la imposibilidad de tramitar algunos expedientes y de darles solución cuando competen a otras áreas tales como recaudación o Hacienda.

El Consistorio de Ribó culpa siempre a los demás de sus sinsentidos, nunca asume nada para poder solucionar los problemas

El Ayuntamiento no soluciona estos casos y culpa directamente a las entidades bancarias de ejecutar la orden de embargo sobre las cuentas a pesar de que el ordenante es el propio Consistorio Municipal.

A.A.L. lleva dos años intentando negociar el pago del IBI. «Me embargaron la cuenta donde cobro la renta valenciana de inclusión y llevo dos años intentando solucionarlo«. «Cada vez del IBI me llegan más cartas con mayores importes y recargos, pero se niegan a solucionarlo y negociar. Nadie quiere solventar este sinsentido«.

Los servicios sociales desbordados y sin medios

Esta crisis del COVID ha hecho aumentar más si cabe las listas de espera de los centros de servicios sociales que acumulan expedientes para ser atendidos por meses. Los trabajadores sociales sólo pueden que intentar solventar mínimamente este colapso, pero no disponen de personas ni tampoco de presupuesto suficiente.

La espera media para ser atendidos por los trabajadores sociales ha aumentado considerablemente en esta pandemia. Donde casos con menores y solicitantes de vivienda asequible llevan meses sin contestación alguna.

Ayuntamiento de Valencia: Sin ética ni moral, la pela es la pela

El «govern de les persones» parece que destina más recursos a peatonalizaciones y carriles bici que a cuidar de las personas que más lo necesitan. Un sinsentido de aquellos que se autodenominan progresistas pero que parece en realidad sólo ayudan a sus bolsillos los de sus acólitos.

Habrá que ver si los beneficiarios del ingreso vital básico también son «premiados» con el embargo de sus ayudas sociales por un Consistorio Municipal cuya ansia recaudatoria supera todos los límites morales y éticos.