El PP de Mañueco tendrá que pactar con Vox para gobernar Castilla y León y fuerte subida de los partidos provinciales

Las elecciones al Parlamento de Castilla y León celebradas ayer tienen múltiples lecturas. Los resultados no han sido los esperados por el Partido Popular que esperaba obtener la mayoría holgada para poder gobernar en solitario. Aún así, se convierte en la fuerza más votada y recoge 31 procuradores, mejoraando sus resultados desde los 29. De esta manera gana dos procuradores más que en las elecciones anteriores.

El gran vencedor de las elecciones es Vox, proclive en la España rural, que pasa de 1 a 13 procuradores, asegurándose que para formar gobierno, el Partido Popular deberá contar con ellos.

En segundo lugar y retrocediendo siete procuradores se sitúa el PSOE, que ha pasado de ser la fuerza más votada y no poder gobernar a pasar a ser la segunda fuerza política con un notable retroceso a pesar de haber estado en la oposición. Obtiene 28 procuradores.

El gran perdedor sin duda es Ciudadanos, que aunque mantiene un único procurador, pierde once. Quedando de manera testimonial en el Parlamento autonómico, pudiendo ser antesala de lo que pasará en el resto de Comunidades Autónomas donde las encuestas les dejan fuer de casi todos los parlamentos autonómicos y de las principales ciudades.

Por lo que respecta a Podemos pierde uno de sus dos procuradores.

Auge de las fuerzas provinciales o regionales

Otra de las lecturas que hay que hacer es el fuerte auge de las fuerzas regionales o incluso provinciales, fruto de un descontento local. Ya no sólo se acusa de centralismo a Madrid, sino que en el seno de Castilla y León se acusa a la Junta de ignorar a algunas zonas. Así, entra con tres diputados Soria YA.

Unión del Pueblo Leonés, que anteriormente poseía un sólo procurador mejora hasta los tres. Mientras que Por Ávila se mantiene en un diputado.

Los partidos regionales representarán por tanto casi un 10% del parlamento de la Junta de Castilla y León.

Consecuencias en Madrid

Si bien el Partido Popular ha mejorado los resultados obtenidos anteriormente no ha consegido cumplir sus objetivos. Pero el gran problema lo tiene Pedro Sánchez y el PSOE con el fuerte retroceso de su formación en Castilla y León. Otro de los partidos que han de reflexionar, si es que les queda tiempo es Ciudadanos, en vías de desintegración, la formación ha quedado de manera testimonial en el Parlamento de la Junta de Castilla y León. Arrimadas no ha conseguido convencer ni aglutinar a los suyos y los continuos virajes sólo hacen que aumentar la sangría de votos. Ahora deberá tomar una determinación, o actuar y fijar una estrategia concreta o desaparecer por completo.

El liderazgo de Casado se empieza a poner en duda en algunos sectores del PP que empiezan a no estar contentos con la gestión realizada. No les está dando resultado su estrategia y les estrechan distancias tanto por la derecha como por la izquierda. Habrá de repensar su estrategia política.

Por su parte Vox hace justo lo esperado, estar contentos y siguen avanzando. Sendo críticos en esta España tan convulsa, caldo de cultivo ideal para los discursos  más populistas. Pero a Podemos no le da resultado y a Vox sí.

Las claves nacionales y de la Comunitat Valenciana

Ahora Juanma Moreno en Andalucía deberá analizar resultados y extrapolarlos a su territorio. pero ya en clave valenciana, Chimo Puig deberá ser muy analista crítico. Porque si bien cada parlamento autonómico tiene sus propias peculiaridades que definen las votaciones, el desgaste que no sufrió en pandemia, ahora sí le hace mella a un partido socialista. Que auqnue se quiere alejar de la figura de Pedro Sánchez no lo está consiguiendo para el electorado, arrastrando a Puig consigo.

También deberá Ciudadanos bajar a la tierra y repensar su fututo, si es que lo tiene. Porque el centro es necesario, pero deberán concretar sus propuestas y reprensar su discurso. Si quieren al menos aguantar deberán ponerse las pilas.

Los que miran a Castilla y León son las fuerzas autonomistas, y a su auge. Si bien es cierto que Compromís retrocede por el desgaste de gobierno y porque ha traicionado la mayoría de sus postulados, convirtiéndose en todo aquello que ellos mismos denunciaban con anterioridad. Ahora pude ser el momento prolífico para fuerzas de corte autonomista o regionalitas, pero deberán de superar los egos personales y los protagonismos de muchos de esos proyectos que a pesar de su escasa visibilidad creen ser los emperadores romanos.