El Ayuntamiento se enfrenta a los vecinos de Honduras y Cedro y no empezará los trámites para la declaración ZAS

Un nuevo conflicto vecinal se cieren sobre el consistorio municipal, otro más. Otro frente abierto después de la guerra abierta con los vecinos de Penyaroja y que ha acabado en los Tribunales con una dura Sentencia contra el Consistorio Municipal, que a pesar de lo anunciado por la propia vicealcaldesa Sandra Gómez y todo su equipo, no se ha anulado la Sentencia Judical del TSJCV.

Ahora empieza otra guerra en otra zona del Marítimo, en Ciutat Jardi, la conocida como Cedro y Honduras. Una guerra que los vecinos temen acabará como en PenyaRoja, en los Tribunales contra el Ayuntamiento.

El Ajuntament de Valencia, con dinero público utiliza los abogados del Ayuntamiento para ir contra los vecinos. En lo que se ha convertido ya del «Govern de les persones, al govern contra les persones».

Tan sólo unas horas después del Debate de la Ciudad, Honduras y Ciutat Jardí salen a la calle y anuncian que llevarán a Ribó a los Juzgados
Tan sólo unas horas después del Debate de la Ciudad, Honduras y Ciutat Jardí salen a la calle y anuncian que llevarán a Ribó a los Juzgados

El Gobierno municipal aumenta su frente negacionista

Ahora el Ayuntamiento desestima la petición vecinal porque «no se dan las circunstancias para estimar tal petición». Asegura el propio Sergi Campillo.

Sergi Campillo a una pregunta de este medio, hace un mes ya advirtió de la «conjura de los astros». Así aseguró que los problemas de los vecinos fueron puntuales el pasado vernao por «una conjura de circunstancias». Aseguró que la vuelta dle verano, la menor incidencia de la pandemia, las ganas de fiesta, que todo ello había hecho que «puntualmente» se molestara a los vecinos por la concentración de personas.

Unas afirmaciones que señalan a los vecinos como «exagerados» y que el propio Campillo aseguraba que no había tal problema, uni´nedose al frente negacionista de Ribó y el propio concejal del PSPV Aarón cano, negando la mayor ante cualquier problema surgido.

Los vecinos de Honduras y Ciutat Jardí, por su parte se manifestaron por la Avenida de Blasco Ibañez bajo una intensa lluvia y congregaron a más de 800 vecinos que clamaban por poder dormir. Cada fin de semana los jardines de Ciutat Jardi, los de Honduras y la zona central de la avenida de Blasco Ibañez entre Manuel Candela y Músico Ginés se convierte en un botellódromo a altas horas de la mañana. Son pequeños grupos que se reunen en torno a cada banco para consumir alcohol y hacer su «fiesta».

La connivencia policial ha sido extrema, incluso en época de confinamiento nocturno este diario publicó numerosas fotografías de pequeñas concentracioens nocturnas de botellódromos. parece que los agentes podrían tener instrucciones de mirar hacia otro lado, si no no se entiende que estos problemas se mantuvieran incluso en pandemia.

Un largo problema arrastrado

Este problema lleva décadas, pero se esparcía por toda la ciudad. Hace más de 20 años se declaró ZAS la zona próxima de Xúquer. Luego se hizo lo mismo con Juan Llorens, y la zona del Cedro fue creciendo con pubs y garitos donde beber sin parar.

Hace unos años, la propia Universitat de Valencia decidió vallar el campus de Tarongers, porque este problema se había trasladado a los aularios de Tarongers. Esto unido a que se valló la zona central de la Plaza del Cedro trasladó los problemas a otras plazas y calles cercanas.

La propia confuguración de Ciudad Jardín, llenas de pequeñas plazoletas, hace imposible su vallado una a una, ideal para pequeños botellones. En Honduras, la propia Plaza de Honduras realmente son un conjunto de plazas y una calle, con otras plazas adheridas. Ideales para estas concentraciones.

«0 soluciones municipales»

Los vecinos llevan sufriendo estos problemas años, pero el fin de la pandemia unido a que ahora Tarongers tiene su recinto ya vallado y cerrado por las noches han trasladado el problema a las calles cercanas.

Ahora solución adoptada por el Ayuntamiento es mirar hacia otro aldo y «apostar por mesas de diálogo». Unos foros que el Ayuntamiento ni convoca y traslada el problema a los propios vecinos, eludiendo de nuevo sus responsabilidades como Consistorio Municipal.

Inédito que un Ayuntamiento que se autodenominaba de «puertas abiertas» y con los vecinos, utilice todos sus emdios para ir contra los vecinos y sólo abra sus puertas a cólitos y palmeros. Incluso tache a lo Donald Trump a los medios de «Fake» practicando un pinochismo exagerado para negar la realidad… Si las narices crecieran con la mentira algunos no cabrían por las puertas del Ayuntamiento… Nula transparencia, nula empatía con los vecinos, justo lo que Ribó y Sandra Gómez demandaban ahora es lo que practican.