Esperando la siguiente catástrofe… en el otoño

Muchos municipios de la Comunitat Valenciana miran con desespero lo ocurrido con los incendios forestales en la Comunitat Valenciana este verano, donde han ardido ya más de 35.000 hectáreas.

Ven el final del verano y temen la llegada del otoño. Las palabras de Puig de «situación imprevisible y excepcional» para justificar lo injustificable resuenan en muchas alcaldías, incluso de corte socialista, sobre todo en Alicante.

Llega el otoño y no será por falta de llamadas de atención de AEMET, o de meteorólogos. Los avisos están dados, otra cosa es que los políticos prefieran irse de vacaciones que trabajar en la prevención.

El mar muy caliente, si llega aire frío, DANA asegurada

El mar Mediterráneo está 5ºC por encima de los que es normal para esta época. Esto significa un recalentamiento de los que este verano ya hemos visto su efecto. Cuando de noche el viento sopla de levante, al estar el mar a casi 30ºC las temperaturas no bajan y se producen «noches ecuatoriales». Esto que hemos notado todos, especialmente en municipios costeros ha sido un aviso.

De llegar las tormentas tan típicas de septiembre y octubre ys eguir el mar recalentado, la evaporación será mucho mayor y al llegar una masa de aire frío y toparse con un mar tan caliente, la virulencia de las tormentas está asegurada.

Las fuertes lluvias están casi aseguradas si no cambia rápidamente la situación, ¿pero hemos hecho los deberes?

Los cauces de los ríos, barrancos y desembocaduras por limpiar

De nuevo parece que las administraciones no han hecho los deberes, hace un par de semanas este diario ya publicaba un artículo de ASAJA Alicante y mostraba imágenes de la Desembocadura del Segura.

Muchos barrancos no se han limpiado de cañas, y las desembocaduras de los ríos acumulan lodos y cañas que en caso de lluvias intensas harán de presa natural.

Parece que poco hemos aprendido de la DANA de 2019 que arrasó el sur de Alicante. El hombre es el único ser natural que tropieza dos veces con al misma piedra, pero la Generalitat y el Gobierno tropiezan sin parar y siguen sin aprender.

¿Actuamos o lamentaremos las consecuencias de una nueva tragedia?

¿Esperamos a lamentar la siguiente catástrofe o actuamos para aminorar las consecuencias?. En manos de los políticos está la solución, Una solución que ya llega tarde.

Todos sabemos que los incendios se apagan en invierno con prevención, pues las lluvias y las inundaciones se evitan en verano con la limpieza de los cauces, que ya llega tarde.

El cambio climático es innegable, como igual de innegable es la ineptitud de nuestros dirigentes políticos ante el mismo. Ya basta de excusas y gestionen.