El Tribunal Supremo aumenta las penas por abusos de los ex-futbolistas del caso «Arandina» pero recorta un año sus penas por la nueva ley del «sólo sí es sí»

El Tribunal Supremo, máximo Tribunal español se acaba de pronunciar sobre el recurso de los penados por el caso «Arandina».

La primera setencia fue del 12 de Diciembre de 2019, que condenó hasta a 38 años de cárcel a los acusados de abusos sexuales. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León había aplicado el atenuante que rebajaba las condenas a 3-4 años.

Ahora la Fiscalía había pedido suprimir uno de esos atenuantes y solicitaba hasta 10 años de prisión, elevando las codenas de 3-4 años a 10 años. El Tribunal Supremo da por válidas las tesis de la Fiuscalía y anula uno de los atenuantes que sí había tenido en cuenta el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Los efectos de la nueva ley del «sólo sí es sí»

El propio Tribunal Supremo aplica la legislación nueva del «sólo sí es sí» en virtud de lo que afirma el propio Código Penal, que sólo se aplica la legislación si es beneficiosa para el reo.

El Tribunal reconoce que debería ser penas de 10 años, pero aplicando la nueva ley del «sólo sí es sí» se rebaja a nueve años la condena. Quedando finalmente en 9 años la condena.

El tribunal Supremo reconoce que los efectos de esta nueva ley «feminista» impulsada por el Ministerio de igualdad de Irene Montero rebaja las penas, teniendo una consecuencia no deseada por la ley. Esta decisión establece un precedente, por cuanto el máximo tribuanl español reconoce que la nueva ley establece penas más bajas con respecto a la ley anterior.

Los efectos que niegan desde el Ministerio de Igualdad

Estos efectos de rebaja de las condenas para abusadores sexuales es lo que negaban desde el propio Ministeriod e igualdad y la propia Ministra Irene Montero. Desde el propio Ministerio se llegó a calificar a los jueces de «machistas de toga». Con las semanas se ha comprobado que lo único que realizan los jueces es aplicar la ley. Así que el problema es que la ley ha tenido efectos no deseados, contrarios a su espíritu. aunque nadie en el Ministerioa sume esta «chapuza» legislativa.