– El portavoz de agricultura del GPP, Luis Martínez, afirma que “las crecientes importaciones de terceros países que hunden los precios de nuestros productos es una de las graves amenazas del sector en la Comunitat Valenciana”
– “Desde el GPP denunciamos que el Gobierno de Sánchez no ha hecho nada para atajar el problema y exigimos se lleven a cabo acciones más contundentes para defender a nuestros agricultores”
– Martínez defiende que “hay que reivindicar ante las instituciones de la Unión Europea que los protocolos de importación sean iguales a los que se imponen a las mercancías españolas”
El PP ha solicitado en Les Corts, a través de una Proposición No de Ley que “el Gobierno de Sánchez garantice la reciprocidad en los protocolos de importación de productos agrícolas”.
El portavoz de Agricultura del GPP, Luis Martínez ha explicado que “las crecientes importaciones de terceros países que hunden los precios de los productores, la amenaza de las plagas y el excesivo aumento de los costes de producción en la agricultura son unas de las principales amenazas del sector en la Comunitat Valenciana”.
Martínez ha asegurado que “en el caso de las importaciones, los agricultores valencianos no han visto ninguna mejora respecto al control en la entrada de los productos provenientes de fuera de la Unión Europea” y ha añadido que “a estos problemas se une en aumento de los costes en la lucha contra las plagas”.
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El diputado popular ha afirmado que “hay que reivindicar ante las instituciones de la Unión Europea que los protocolos de importación sean iguales a los que se imponen a las mercancías españolas”.
“Ante estas situaciones el Gobierno de Sánchez no ha hecho absolutamente nada para defender a nuestra agricultura y por eso desde el GPP queremos que esta situación empiece a revertirse y por eso vamos a mantener una presión constante y efectiva sobre el Ministerio de Agricultura”, ha señalado.
Así, Luis Martínez ha explicado que “es fundamental que estos protocolos incluyan registros de parcelas exportadoras, así como la posibilidad de controles en origen por inspectores comunitarios con cargo a los exportadores, al igual que se nos exige a las exportaciones españolas”.