Chimo Puig ayer reapareció, pero sólo para lavar su imagen. Sus asesores de prensa parece que han cambiado de estrategia, pero no de formas. Así, pasó a atender a las televisiones nacionales y a grabar vídeos desde el Palau de la Generalitat Valenciana. Una auténtica campaña de imagen.
Puig ayer habló de la lucha contra el cambio climático como principal objetivo y ese cambio climático como responsable de lo que está sucediendo
Tiene parte del razón en su discurso, los problemas derivados del cambio climático siguen aumentando, epro el relaro está incompleto. A Puig se le olvidó decir que los montes valencianos son un auténtico polvorín, como reconocen los propios bomberos en privado.
El problema es el inmenso abandono de nuestros bosques por parte de la Generalitat Valenciana. Desde la pandemia se han abandonado las tareas de prevención y limpieza de montes. Se ha centrado la lucha en únicamente los medios de extinción. Una estrategia completamente equivocada comos e puede comprobar.
Muchos han sido los munícipes que han advertido de la suciedad de los montes
Muchos munícipes han advertido de la suciedad de los montes valencianos, donde este año han confluído diversas causas pero no por ello menos previsibles.
Una primavera muy húmeda han hecho aflorar muchos brotes en los cortafuegos, que no han sido limpiados. Pero por otra parte, desde la Generalitat Valenciana se ha impulsado una estrategia en contra del aprovechamiento de esos bosques. Así, incluso hay problemas en pastureo, que hubieran comido esos brotes por ejemplo.
Ahora con el verano, esos brotes se han secado y convertido en una tea, material altamente combustible en caso de incendio.
Desde hace años los propios agricultores y personas «de secano» llevan advirtiendo en los municipios rurales de la extrema suciedad de los montes derivadas de esta nueva legislación que no permite un aprovechamiento de los recursos.
Los olvidos de Puig para no reconocer su fracaso
Ahora de esas tempestades, estos lodos, como vulgarmente se dice. Así, Chimo Puig olvida una importante parte del relato. Pero ésta le afecta directamente, porque es competencia suya y de su gobierno.
El President Puig como últimamente nos tiene acostumbrados ni siquiera contempla la autocrítica y buscará culpables en todos los lados. Todo para no reconocer que la política forestal no es la adecuada y algo se está haciendo mal, muy mal.
¿Y Mirella Mollá?¿Y los altos cargos?
Además, nos debemos de preguntar dónde está la Consellera Mirella Mollá, que sigue haciéndose fotos con su gato, en vez de estar ganándose el sueldo. Esa es la realidad, un Consell que vive en una realidad paralela, ajena a los problemas de los valencianos.
Los políticos ajenos a los problemas de los valencianos encima nos crean nuevos problemas con sus leyes y decretos redactados desde los despachos por sus ejércitos de asesores y altos cargos. Un ejército fiel de estómagos agradecidos que trabajan sólo por su trasero.
Pero también hemos de decir que Puig también se ha borrado de muchos de los escenarios donde debería de estar. Eso sí, confia en Gabriela Bravo que es la que se ha ehcado la manta al cuello y hace kilómetros de incendio a incendio, de norte a sur de la Comunitat Valenciana. De la nueva y flamante Delegada del Gobierno Pilar Bernabé no podemos hablar, porque sus ausencias son sonadas y notables, debe estar de vacaciones, a pesar de haber atterizado en el cargo hace escasas semanas.