Viaje de fin de curso… a la oposición

Viaje de fin de curso… a la oposición

El próximo 12 de mayo comenzará la campaña para las elecciones autonómicas y municipales. El domingo 28 de mayo, un total de tres millones setecientos mil valencianos y valencianas estamos llamados a las urnas para que de manera alta y clara evaluemos la gestión realizada por el Gobierno del Botànic.

  • Para el Partido Socialista, Compromís y ¿Unidas?-Podemos, llega el fin de su curso político y la hora de recibir las calificaciones que les va a otorgar la ciudadanía.

Como malos estudiantes, a última hora quieren aprobar sus asignaturas, por eso, y de manera precipitada e improvisada, van lanzando propuestas y promesas electorales, cuando saben que el crédito o la confianza del electorado ya está agotado. La política del tripartito ha sido siempre la de “muchos anuncios, pero poca o nula gestión”, como es el caso de vivienda. En ocho años de Gobierno de la izquierda, se han construido “cero” viviendas públicas, por lo que los anuncios que a la desesperada se han lanzado estas últimas semanas, obviamente carecen de total credibilidad.

En ese contexto hay que ubicar el desánimo con el que el candidato Puig se enfrenta a este proceso electoral. No es ninguna casualidad que Puig solamente vaya a participar en dos de los seis debates que se van a celebrar durante la campaña electoral. Fijando un paralelismo deportivo, el partido aún no ha empezado, y, sin embargo, Puig y los suyos, ya están jugando como si estuvieran en tiempo de descuento, mirando el reloj, y solicitando al árbitro que pite el fin del partido. A “salvar los muebles” concurren al proceso electoral.

  • A esa estrategia responde que medios de comunicación afines a Puig sostengan que el tripartito va a poder reeditarse.

Sin embargo, la mayoría de las encuestas auguran que el Partido Popular va a ser el vencedor en las próximas elecciones en la Comunitat Valenciana y en el “cap i casal”. De forma clara, al tripartito se le va poner un “cero” en este fin de su curso político. Las urnas, que son el acta de calificación democrática de los partidos políticos, van a dejar constancia de un suspenso en toda su trayectoria y gestión.

  • Puig y los suyos se han caracterizado por ser el Gobierno que nada ha aportado para mejorar la vida de los valencianos y valencianas.

Cuestión distinta es la de mejorar, presuntamente, la vida de los afines o de la propia familia. Para regar de millones de euros a sociedades catalanistas no ha habido problema alguno. De igual manera, no hay que pasar por alto las investigaciones que se están llevando a cabo en diferentes Juzgados de Instrucción sobre las subvenciones que presuntamente recibió el hermano del President, o incluso si el propio Puig recibió presuntamente dinero de la trama para pagar sus campañas internas.

  • Los desastres del Gobierno del Botànic claramente se ponen de relieve en el sector del campo.

“Cero” es el trasvase de agua que nuestros campos van a recibir. El recorte del trasvase Tajo-Segura de Sánchez y Puig no está avalando por informes técnicos y la izquierda valenciana, con el candidato Puig a la cabeza, se ha manifestado claramente incapaz de defender los intereses del campo valenciano.

Frente a esta inacción, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, con Carlos Mazón al frente y como candidato a la presidencia de la Generalitat, quiere reactivar la economía, y eso pasa por dar facilidades a las pymes, a los autónomos y también al campo valenciano que se muere porque el tripartito lo ha abandonado, a pesar de su ecologismo de pancarta. Este ámbito, como en otros tantos, el “infierno fiscal” de Puig está ahogando este sector clave de nuestra economía.

  • Mazón pretenden garantizar el relevo generacional.

Lograr recuperar una explotación adecuada de nuestras tierras, donde el trabajo en el campo nos dignifique y nos volvamos a sentir orgullosos de nuestros productos. La transmisión de tierras agrarias, que están gravadas al 8% en el Impuesto de transmisiones patrimoniales, con el PPCV pasarán con carácter general al 3% en la Comunitat, siempre que se dediquen a la explotación agraria productiva. Si el adquirente es un joven profesional de la agricultura de menos de 40 años, el tipo será del 1%.

Estos son solamente unos ejemplos del proyecto de Carlos Mazón para devolver la ilusión a la ciudadanía de la Comunitat Valenciana.

Volviendo al símil deportivo, a diferencia de Puig, Mazón quiere jugar el partido y exprimir cada uno de los minutos, y llegar al 28 de mayo habiendo ganado la confianza mayoritaria de los ciudadanos y ciudadanas, poniéndose a trabajar, desde el primer momento para hacer realidad los proyectos que ofrece.

El curso político del Botànic se acaba. El “cero” que les pondrá la ciudadanía en las urnas, les hará merecedores de un “viaje de fin de curso”, pero en esta ocasión, un “viaje a la oposición”.