Podemos y los chantajes

Enrique Arias Vega: «Podemos y los chantajes»

La separación de Podemos de Sumar demuestra lo poco que vale la palabra de los políticos morados, que se habían comprometido ir en la coalición durante toda la legislatura. Claro que eso es aplicable a todos los partidos, sobre todo el PSOE, a tenor de los vaivenes políticos que dan sobre temas sustanciales.

El desgajamiento de Unidas Podemos no sólo le permite tener más dinero, al entrar en el grupo mixto —dinero que falta les hace debido a unas arcas vacías por los sucesivos desastres electorales—, sino rentabilizar sus cinco diputados, con el chantaje permanente de no votar aquellos proyectos de Ley, con los que no esté de acuerdo. Y como los chantajes sólo tienen éxito si se cumplen, podremos ver cómo se desestiman algunos proyectos porque no colman las exigencias del grupo de Ione Belarra.

Estamos, pues, ante una legislatura en la que todo es posible y en la que chantaje no va a ser la excepción, sino la regla del devenir político, No olvidemos que la Cámara está fragmentada en pequeños grupos y que basta en un momento determinado la desafección de cualquier de los de la coalición de Pedro Sánchez  en la investidura para que veamos la volatilidad de leyes que no pasarán de la fase de proyecto.

Esto es aplicable, sobre todo, a los grupos separatistas que aún están negociando con los socialistas sus peticiones de máximas concesiones y que, por un quítame allá  esas pajas, pueden dejar colgadas, a su vez, leyes inconclusas.

Así, pues, si a cada legislatura puede denominársela de alguna manera, la que ahora empieza puede llamarse sin ningún género de dudas, la legislatura de los chantajes. Al tiempo.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega