– Una vez más la izquierda inicia una campaña contra las tradiciones valencianas, en esta ocasión, a raíz de la mascletá que va a realizarse en Madrid el próximo 18 de febrero.
Los socios de Compromís en el ayuntamiento de la capital de España, en boca de su portavoz, Rita Maestre, han criticado este acto tan valenciano como es la mascletá refiriéndose al mismo como una “montaña de petardos”. Lo primero que me viene a la cabeza es la frase “¡cómo es de atrevida la ignorancia!”, pero en este caso, la política comunista madrileña, aliada de Compromís, une a su ignorancia su sectarismo.
Es indignante comprobar cómo Rita Maestre arremete contra una tradición valenciana como es la mascletá, verdadero arte pirotécnico que puede verse en prácticamente todos los festejos de la Comunitat Valenciana, sin que sus amigos de Compromís hayan denunciado esta frase y le exijan una rectificación.
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Una vez más puede comprobarse la irrelevancia de Compromís en Madrid.
No hay que olvidar que la compañera de Papi Robles, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, fue conocida por entrar en la capilla de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid profiriendo gritos contra la Iglesia Católica. El más suave que profirió fue “contra el Vaticano poder clitoriano”, frase que es todo un símbolo de sectarismo vulgar, siendo condenada a pagar una multa de 4.320 € por estos actos de tan profunda intelectualidad.
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Pero no ha sido la única política de la izquierda que ha insultado nuestras tradiciones.
También la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha considerado que este festejo no debería hacerse en la capital porque tiene “fines políticos”.
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Por lo que se ve, también la mascletá es “facha” y los pirotécnicos son perturbadores “fascistas”.
La concejal socialista y la concejal comunista han levantado el puño gritando “no pasarán” a las hordas de pirotécnicos valencianos. Todo muy cómico si no revelará un desprecio indignante a los valencianos.
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Pero lo más triste es que a estas concejales se les ha unido su compañero socialista valenciano, Borja Sanjuán, que ha llamado “catetada” a la mascletá, afirmando que “es de catetos querer llevar a Madrid los eventos de otras provincias”.
Hay que recordar al concejal socialista que en Valencia también se celebran eventos festivos de otras provincias, como es la Feria de Abril y que sin duda, él mismo habrá acudido al jardín del Turia a disfrutar de la misma. La pregunta que muchos nos hacemos es si se atreverá Sanjuán a llamar catetos a la Federación de Entidades Culturales Andaluzas de la Comunidad Valenciana cuando monten sus casetas, o a la comunidad china cuando celebran sus fiestas del fin de año en la que sus compañeros concejales han acudido tan felices en estos últimos días. Lo digo para comprobar si su rechazo es en general a todas las fiestas o solo concretamente a los festejos valencianos.
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Referirse a la mascletá como “montón de petardos”, “acto político” o “ catetada”, no solo desacredita a quienes han utilizado estas frases tan sectarias e incultas, sino que pone de manifiesto una manera de pensar y de comportarse en política.
El odio no es buen compañero en la vida y menos en el servicio público que es la acción política, porque menospreciando la mascletá del próximo 18 de febrero en Madrid, se están poniendo palos en la rueda a la promoción de las fiestas falleras en una ciudad de 3.339.931 habitantes que son posibles visitantes de nuestra ciudad, con lo que conlleva para nuestra industria turística, además de una clara promoción a nivel nacional por el impacto mediático que sin duda va a tener.
En eso consiste la mascletá de Madrid, promoción para nuestra ciudad y nuestras fiestas, ayuda a crear puestos de trabajo y generar actividad económica, pero para nuestra izquierda la posibilidad de crecimiento económico en nuestra Comunitat es simplemente una “catetada”.