“¿Tasa Turística?, No gracias“

Juan Vicente Cosín: “¿Tasa Turística?, No gracias“

La lucha por la igualdad es una seña de identidad en la que nos vemos reflejados prácticamente todos los ciudadanos y, entre ellos, naturalmente los socialdemócratas que conformamos el actual PSPV de la ciudad de Valencia. Toda norma, toda medida que atente contra esta seña de identidad no puede ni debería ser defendida por nadie que integre nuestras filas.

Si en algo se caracteriza el verdadero municipalismo es que es «la política al detall», es decir, la política cercana y directa al ciudadano, al vecino y vecina del barrio, de la calle o, incluso, de la escalera. Cuando se está en órganos de decisión municipal se debe gobernar para toda la comunidad local, los tuyos y los demás, sin excepciones de ninguna clase.

Reivindicar las siglas propias y sus valores

El Norte debe de ser marcado por las siglas que representas, sus valores y principios, nunca por las de otros, por muy socios que sean, sugeridas o impuestas, enarbolando una unidad artificial de cara a la galería, en lugar de ser referente de una unidad natural basada en los principios y valores que todo gobierno de izquierdas debería defender.

En nuestro ayuntamiento parece ser que pronto se han olvidado de las nefastas consecuencias que la pandemia del COVID-19 trajo a la ciudad. Yo no olvido, no puedo olvidar la profunda sensación de tristeza y angustia que me producía ver mi ciudad, mi Valencia muerta, sin vida, con calles desiertas en horas punta, soledad no deseada que impregnaba la vida cotidiana de todos. Y en lo peor de la pandemia, a alguien le dio por limitar un servicio básico de la administración local, el padrón.

Sabiendo que para poder solicitar cualquier ayuda social, por parte de los ciudadanos más vulnerables, actualizar su empadronamiento era clave y no se le ocurrió otra cosa que de poder gestionarlo en cada Junta de Distrito, hay 9. Pasó a implantar solo dos oficinas donde gestionar dichas actualizaciones. Es decir, de poder realizar el trámite sin desplazarse de distrito, estas personas vulnerables debían cruzar la ciudad entera, con el riesgo de contagio que ello implicaba.

No, solo eso, sino que además la cita previa se daba con vista a más de dos meses desde que la solicitabas, con el consiguiente retraso en poder acceder a las ayudas, ya fuera, el Ingreso Mínimo Vital, la Renta Valenciana u otras. ¿Dónde quedaron los principios de Solidaridad y de Justicia Social? ¿Dónde quedó la vocación de Servicio Público? Yo, personalmente, hice esas gestiones para una madre soltera con un niño de 3 añitos, a quien de forma altruista ayudé a solicitar el IMV y que se le concedió, pero esta familia gracias a esa persona estuvo dos meses sin poder cobrar algo a lo que tenía derecho, por una decisión personal injustificable cuando más se necesitaba.

El sector hostelero y turístico uno de los que más sufrió en la pandemia

Hoy, nadie puede negar que uno de los sectores que más sufrió, durante la pandemia en nuestra ciudad, fue el sector hostelero y el turístico. Sector puntero por excelencia en la economía local de nuestra ciudad. La misma ciudad, donde parece que nuestros gestores del ayuntamiento todavía no se han puesto al día en cuanto a la ejecución de los presupuestos y a cuyos excedentes tienen la osadía de llamarlos «ahorros». Por tanto, considero, totalmente, injustificable, dada la solvencia económica de la que hacen gala nuestras autoridades locales, imponer una tasa al sector que más sufrió en la pandemia, cuando todavía quedan rescoldos de dicha tragedia.

No se sostiene bajo ningún precepto de izquierdas una discriminación de este calibre hacia un determinado sector de nuestra economía local que siempre ha sido puntero y gran colaborador en toda iniciativa que surgiera en aras de enarbolar y engrandecer la marca «Valencia». No todo vale y los socialistas debemos aprender a decir no, cuando se trata de una injusticia económica como constituye la Tasa turística. Poner piedras a nuestro sector puntero no es compatible con nuestro principio de igualdad de oportunidades.

La obligación de la administración es crear las condiciones favorables para que toda actividad que sus ciudadanos realicen en su día a día se pueda llevar a cabo en un clima de libertad y equidad para todos y todas en las mismas condiciones. Sin duda, que la actividad se dinamice será beneficioso para todos y también para nuestra administración local

¿Dónde queda la empatía con quienes hacen de esta ciudad un lugar mejor para vivir? Y a la vez, son el escaparate de nuestra ciudad en el mundo. Hagamos de Valencia, no solo la Capital del diseño sino la ciudad acogedora que todos deseamos, sean del partido que sean, Valencia lo merece.

Por Juan Vicente Cosin.
Militante Socialista