Jesús Salmerón: «Amores de verano y verbenas de pueblo, la Magia de Gatova».

El verano en Gatova es una época de ensueño, donde los días parecen extenderse más allá del horizonte y las noches están impregnadas de magia. Es en esta temporada cuando los amores de verano florecen y las verbenas de pueblo alcanzan su máxima expresión, ofreciendo una experiencia única y memorable.

Las verbenas de pueblo son el alma de Gatova.

Cada rincón del lugar se llena de vida con las fiestas de las chicas y los chicos, donde la música, el baile y la alegría se convierten en los protagonistas. Las noches a la fresca, cuando la brisa veraniega nos envuelve, son el escenario perfecto para compartir risas y confidencias con amigos y amores nuevos. Contar los fardaxos aragoneses, esas historias llenas de tradición y humor, se convierte en una actividad habitual, creando un lazo especial entre todos los presentes.

No hay verano sin sus tormentas y en Gatova, estas se viven con intensidad.

Las casas se convierten en refugios cálidos donde se escuchan las historias antiguas al ritmo del repiqueteo de la lluvia en los tejados. Estas experiencias, aunque breves, dejan una marca indeleble en nuestros corazones, recordándonos la belleza y la fuerza de la naturaleza.

Los baños en la piscina son un oasis de frescura en los días calurosos.

Las tardes de pipas, compartiendo anécdotas y risas, se alargan hasta que el sol comienza a ponerse. El 15 de agosto es un día especial, donde la comida en la caseta o en alguna fuente como el Rebollo o la alameda, reúne a familias y amigos en torno a un festín lleno de sabores tradicionales y momentos entrañables.

La noche de las estrellas fugaces es, sin duda, uno de los momentos más mágicos del verano en Gatova.

Acostados sobre el suelo, el que tiene suerte, en algún rincón con hierba, otros, sobre la piedra, con la mirada fija en el cielo, esperamos pacientemente a que una estrella cruce el firmamento, pidiendo deseos que quizás se hagan realidad. Es en estos instantes cuando el tiempo parece detenerse, y la conexión con la naturaleza y con los seres queridos se siente más fuerte que nunca.

Los amores de verano en Gatova son intensos y fugaces, pero dejan huellas profundas.

Son amores que se viven con la intensidad de quien sabe que el tiempo es limitado, y cada momento cuenta. Las verbenas de pueblo, con su alegría contagiosa, son el marco perfecto para estos romances, creando recuerdos que perduran mucho después de que el verano haya terminado.

En Gatova, el verano es más que una estación; es una experiencia llena de vida, tradición y amor. Es un tiempo que atesoramos y que, año tras año, nos recuerda la belleza de las pequeñas cosas y la magia de los encuentros fortuitos.

Por Jesús a Salmerón Berga, Alcalde de Gátova por el PP y abogado.