Fernando de Rosa: «La lucha que merece la pena»

La izquierda valenciana considera que la mejor forma e combatir la violencia de género es cambiar una palabra en una pancarta y así lo ha puesto de manifiesto en los últimos actos de repulsa contra esta lacra ante la puerta de las Cortes Valencianas y del Ayuntamiento de Valencia.

  •  La violencia contra las mujeres se combate con medios y no con meras palabras, y es la manera en que se está luchando desde las instituciones valencianas.

Es destacable que la diputación de Valencia presidida por Vicent Mompó haya incrementado desde el primer momento un 20% las ayudas a los ayuntamientos que estén en la red contra la violencia de género, obteniendo la crítica del partido socialista en boca del alcalde de Mislata porque no se incluía la palabra “violencia machista”.

A esos extremos ha llegado la izquierda valenciana que se revuelve por una palabra y calla ante lo importante que es el aumento del dinero y medios contra estos actos, máxime cuando se ha puesto de manifiesto que el presupuesto de la anterior diputación socialista era insuficiente.

Igualmente ocurre con la actuación valiente del Consell presidido por el president Carlos Mazón que tiene en la vicepresidenta Susana Camarero una firme defensora en las políticas de igualdad y de defensa de la lucha de las mujeres, ya que fue la impulsora del pacto contra la violencia de género siendo secretaria de estado en el gobierno de Rajoy, pacto que no fue votado por Podemos, lo cual pone de manifiesto que siempre a la izquierda le puede el sectarismo.

Una diputación volcada en aumentar el presupuesto contra la violencia y un Consell con una vicepresidenta que ya ha demostrado como se lucha contra esta lacra, son hechos y no palabras. En cambio la izquierda ya puso de manifiesto en la legislatura pasada cuales son sus prioridades en esta materia.

Así se eliminaron 8 juzgados de violencia tanto en la provincia de Valencia como en la de Alicante, obligando a las mujeres agredidas a trasladarse, en muchas ocasiones, más de cien Km desde su domicilio hasta el nuevo juzgado competente, como en el caso del partido judicial de Xátiva.

No puedo imaginarme el sufrimiento de esas mujeres yendo al juzgado, en transporte público o privado , en muchas ocasiones solas y humilladas por la agresión, debido a una decisión de la izquierda gobernante para ahorrarse los costes de los juzgados suprimidos.

  • Esa misma izquierda que ahora protesta por las palabras de una pancarta.

Igualmente es de una hipocresía tremenda que nuestra izquierda nunca haya protestado por los 1200 violadores y pederastas beneficiados por una ley de su gobierno y que estén en libertad 120 delincuentes sexuales, en cambio ponen tweets criticando al president Mazón por llamar “bonica” a una periodista.

También es muy hipócrita que tanto los socialistas como Compromís  critiquen el cese fulminante del subsecretario de justicia por su condena de violencia de género y hayan mantenido en el gobierno hasta 17 investigados por ocultar pruebas a la Justicia para perjudicar a una menor violada de forma continuada por el marido de Mónica Oltra, persiguiéndola hasta el punto de despedirla de su trabajo por el mero hecho de denunciar las agresiones sexuales que sufría.

  • La lucha contra la violencia de género vale la pena que la libremos, pero con hechos y recursos

La lucha contra la violencia de género vale la pena que la libremos, pero con hechos y recursos para dotar de medios a la policía, juzgados y en crear lugares seguros para las mujeres, y sobre todo en educación de la sociedad y en eso se está empleando las instituciones valencianas gestionadas por el partido popular. Los tweets y las consignas no evitan muertes ni agresiones, pero claro eso es lo que nunca ha entendido la izquierda, sobre todo cuando ven reflejada su ineficacia en el espejo de la gestión eficaz de hechos y no palabras.

Fernando de Rosa Torner