Enrique Bermejo «El Negocio del Reciclaje y el Reciclaje del Negocio (ante la situación de la económica local)»
Aún recuerdo con mucho cariño como mis hermanos y yo nos repartíamos la tarea de ir a devolver el «casco», que es así como se llamaba a la botella de gaseosa o vino, para que el bodeguero nos diera las 5 pesetas de él y así tener para el fin de semana poder gastarlo en chucherías y sobres de soldaditos tras salir de misa. Y si por el camino encontrábamos una «litrona» dejada en el suelo de un banco por un grupo de «heavys» mejor que mejor, sumábamos.
No estoy hablando de los años 50 o 60 no sino de los 80 donde esa acción se hacía entre todos los chiquillos de mi barrio en Madrid.
Pero de repente las bodegas desaparecieron y a la par el reciclaje se convirtió en un negocio profesional, se crearon empresas de reciclaje que pagaron a los ayuntamientos por poner sus contenedores de vidrio al principio, cartón después y ahora plástico y aluminio como habéis podido leer en la ultima carta del Ayuntamiento de Valencia donde nos regalan un imán para la nevera.
Y sí, 40 años despues sigo reciclando porque mi conciencia me lo dicta así ante el futuro del medio ambiente (que por desgracia el otro medio ya nos lo hemos cargado) pero no veo un beneficio en mi recibo de la basura que me bonifique ello.
Leo, con mezcla de nostalgia e ilusión por el futuro, la noticia donde Villar del Arzobispo estrena una máquina que te paga por reciclar con vales para gastar en la propia localidad…además de contribuir al reciclaje contribuyen a desarrollar y potenciar la economía local tan dañada actualmente.
Ojalá otros Ayuntamientos os copien la idea.