Chicos para todo

Enrique Arias Vega: Chicos para todo

Mientras el caso del Tito Berni sigue abierto, al PSOE se le acumula el de Koldo García, ex chico para todo del que fue todopoderoso ministro José Luis Ábalos. No voy a entrar aquí en los aspectos penales del caso, de los que ya se ha hablado y se continuará hablando en abundancia. Prefiero hacerlo en la condición de “amigo de”, característica común de quienes son y han sido chicos y chicas para todo en el ámbito del poder político.

No hace falta haber delinquido, como parece ser el caso, para poner en cuestión esa figura de persona de confianza sin currículum que lo avale, ni méritos contrastados para beneficiarse de la sombra del poder. En el asunto de Koldo García, haber sido desde chófer hasta asesor íntimo de quien fuera ministro de Fomento. Claro que su caso, digo, no es el único, pues los poderosos tienden a rodearse de amigos fieles antes que de personas preparadas que puedan hacerles sombra. Luego, lo paradójico es que les encargan los asuntos más delicados, como en el caso de Santos Cerdán, el otrora electricista y ahora interlocutor del independentismo catalán.

No hay ministerio o instancia del poder en que no se produzcan estas cuestiones de amiguismo que luego explican el porqué de las llamadas puertas giratorias, que consisten en que el cesante de un puesto no pierde prebendas y chollos, siendo colocado en un puesto desde el que seguir mangoneando. Tenemos, por ejemplo, el nombramiento de Juan Manuel Serrano como director general de autopistas, después de haber dejado como presidente de Correos una deuda de 1.100 millones de euros.

Como se ve, no es preciso delinquir para mostrar la falta de idoneidad para un puesto, pero sí, simplemente, la condición de persona para todo lo que el poder mande.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega