Ya lo dijo el alcalde hace meses que «debíamos de acostumbrarnos a ver pintadas en Valencia». Lo que se le olvidó decir es que el problema es doble, tanto por su falta de limpieza como por su no persecución. Desde el Ayuntamiento se definen las pintadas incluso en elementos patrimoniales como «gamberradas» evitando decir delictivas, aunque la ley de patrimonio es clara el Consistorio municipal de Joan Ribó y Sandra Gómez es incapaz de aplicar la ley.
Las pintadas se eternizan y la limpieza que nunca parece llegar
El Círculo del Patrimonio ha denunciado estos días las pintadas en los depósitos de Gas Lebón. Unos depósitos que el Ayuntamiento aseguró que hubo un sobrecoste por la pintura antipintadas utilizada. Pero la realidad es que al menos hay que pasar por allí y limpiarlas con un paño. Pero como no se ha hecho, las pintadas se han eternizado.
Unas pintadas de unas sobre otras y algún servicio municipal que pintó sobre la pintadas con un color parecido.
El Círculo del Patrimonio tiene perfectamente documentadas pintadas que están ahí desde marzo de 2022. Un año entero sin que parece ningún servicio municipal haya pasado a limpiarlas. Una dejadez extrema para con los barrios de Valencia que caracteriza perfectamente la gestión municipal de los últimos años.
Estos depósitos por históricos han de ser adscritos a la Concejalía de Patrimonio Histórico. la misma que licitó la limpieza de estos bienes a una nueva contrata hace meses. Pero vemos que nada ha cambiado, las pintadas siguen sine die sin que nadie las retire.
No es que sean precisamente pequeñas para no verlas, pero parece que además los servicios municipales de cada concejalía ni quiera se comunican entre sí en un ejemplo más de nefasta gestión.
