Las pintadas se descontrolan ante la desidia municipal. Los BIC sufren ataques constantes gracias a la dejadez de Gloria Tello

Ya lo dijo el alcalde hace unos meses que «deberíamos de acostumbrarnos a las pintadas en las calles de Valencia». Dicho y hecho, las pintadas se han descontrolado ante la desidia municipal ejemplificada perfectamente por las palabras de un alcalde a media jornada derrotado y parece ya sin ilusión.

Las pintadas se descontrolan en el Cap i Casal ante la desidia de unas autoridades permisivas que no sólo no actúan contra sus autores, sino que no ejecutan su obligación de cuidar del patrimonio de todos los valencianos.

La negacionista y maleducada Tello se enfrenta a una realidad incómoda

Especialmente grave es la falta de labor in vigilando que tienen las instituciones con el patrimonio. Permitiendo los ataques al mismo con pintadas en edificios BIC y BRL. La concejalía de Gloria Tello reconoce que no tiene inspecciones y se limita a pintar encima con una pintura similar. A pesar de asegurar la concejal que no son un problema, una respuesta al Círculo del Patrimonio desde transparencia municipal dice justo todo lo contrario. Con lo que la concejal cada vez parece tendría más nariz de Pinocho. Unido a su lengua viperina con la que ataca a las entidades de defensa del patrimonio y a ciertos medios que tratamos de informar de la realidad le hacen un buen conjunto para ser declarada «choni oficial municipal».

«Ladráis contra el patrimonio» es lo más bonito que le ha dedicado al Círculo del patrimonio. «No tenéis ni idea de lo que decís» – asegura una socióloga a expertos en arte, restauradores y historiadores-. Mientras con su dedo fácil y lengua viperina acusa a este medio de «fakenews y de basura».

Esto debe ser el buen gobierno y la transparencia, atacar e insultar a quién pide explicaciones por su labor municipal.

Las pintadas en BICS

Las cámaras instaladas que costaron un dineral no sirven absolutamente para nada. Fuentes de policía aseguran que las imágenes se borran a los 15 días si no hay denuncia previa. Pero la pregunta es obvia, ¿Alguna denuncia?. Pues parece que la concejalía de Tello no ha efectuado ninguna en más de un año.

Igual tiene que ver el hecho de que la mayoría del gobierno municipal de Ribó y Sandra Gómez califiquen las pintadas de «gamberrismo» y no de delito. Igual si pintaran sus coches o sus domicilios no pensarían los mismo. Igual entonces hablarían de «ataque a la democracia». Total, una película más del mejor guión de Berlanga que nos hace ver que aquellos políticos de la célebre «Escopeta nacional» no han cambiado mucho respecto de los gobernantes de ahora. Visto lo visto, siguen incluso las meretrices y las fiestas descontroladas, y la actualidad política nos da la razón de nuevo.